Guipúzcoa y Navarra mejoran su conexión por la frontera
El trayecto entre Bera de Bidasoa y Behobia a través de la carretera N-121-A se puede realizar ahora en coche en apenas cinco minutos, cuando antes de la apertura de este nuevo tramo se necesitaban 20 minutos de conducción por un trazado sinuoso y de una altísima siniestralidad. El presidente de Navarra, Miguel Sanz, y el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, entre otras autoridades, presidieron ayer la inauguración de los nueve kilómetros que separan las dos citadas localidades.
La N-121-A, conocida como la carretera de Endarlatsa, es la principal ruta de Navarra hacia Francia por Behobia. Las comunicaciones entre estos dos territorios mejoran ahora con la construcción una nueva vía que espera soportar un tráfico de unos 10.000 vehículos diarios. Se han necesitado casi tres años de obras y una inversión de 75,8 millones de euros.
El tramo que discurre por Guipúzcoa, hasta el viaducto de Endarlatsa (6,6 kilómetros), ha costado 60 millones, de los que 52 ha aportado la Diputación y el resto, el Ejecutivo navarro. Los 2,5 kilómetros entre Endarlatsa y Bera han costado 15,8 millones, sufragados por las arcas navarras.
Olano destacó en la inauguración que la nueva carretera es fruto del "histórico acuerdo" alcanzado en mayo de 2004 por la Diputación y el Gobierno navarro, que permitió solventar satisfactoriamente un contencioso sobre la titularidad de la carretera iniciado a mediados del siglo XIX. Por su parte, Sanz manifestó su deseo de ver el último tramo de esta carretera, entre Bera y Sunbilla, finalizado en el próximo mes de septiembre.
La obra más singular del proyecto es el nuevo puente construido sobre el río Bidasoa, ubicado en la muga. Diseñado por el ingeniero navarro Javier Manterola, mide 190 metros de largo y está compuesto por mil toneladas de acero.
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