Bandas o embudo
Sin especialistas, y lesionados Iniesta y Silva, Del Bosque confía los pasillos a los laterales
Iniesta ha visto los partidos de España desde la televisión, y sin Silva, que recayó de su lesión en el primer partido contra Nueva Zelanda -jugó 24 minutos sustituyendo a Torres-, al equipo de Del Bosque se le ha complicado la llegada por banda desde los interiores. Cesc y Riera resultan asimétricos. El capitán del Arsenal no está cómodo en la orilla y al extremo del Liverpool le cuesta centrarse. Ambos, pulidos definitivamente en el fútbol inglés, garantizan mucho trabajo y verticalidad, pero no se han mostrado tan versátiles como Iniesta y Silva, tan capaces y habituados por fuera como por dentro.
Riera, zurdo cerrado, mezcló bien en tanto apareció Capdevila -tres goles salieron de los centros del lateral en los dos primeros partidos-, pero tuvo problemas para explotar la banda contra Estados Unidos cuando se lo exigió el guión. Aquel día, Sergio Ramos remó mucho por su costado derecho y eso frenaba a Capdevila en ataque. En la primera parte, Xabi Alonso se enquistó entre los centrales cuando España tenía le pelota, pero en el segundo tiempo Del Bosque ordenó que se sacrificara Capdevila en beneficio del medio centro del Liverpool, que jugó más suelto y se acercó con frecuencia al balcón del área para probar su disparo. Ramos tuvo una autopista, cuando no cayó a banda Torres, que lo hizo con asiduidad. "Villa y yo estamos obligados a ese recurso", razonó Torres. Tanta presencia ofensiva de Ramos le complicó la vida en defensa a España, porque con frecuencia Estados Unidos empezaba la contra por una banda y terminaba su ataque en la zona contraria, a menudo desguarnecida. El error de Ramos en el segundo gol se achaca por igual a su precipitación ofensiva. "No se pierde por un error puntual", le disculpó ayer Marchena.
España ha rematado 42 veces desde fuera del área para marcar un único gol
La carencia de especialistas ha complicado las cosas en la voluntad de abrir el campo y eludir el efecto embudo, pero los números demuestran que se ha llegado. Por ejemplo, contra Estados Unidos, en la primera derrota en 36 partidos, la selección llegó al área 163 veces, el 35% por ciento desde la izquierda, un 41% por la derecha y el 24% por el centro. Ramos centró 12 veces; Xavi, en nueve ocasiones; Fábregas, en ocho, y Riera, en seis. Sólo dos veces centró Capdevila. El pelotón de defensas estadounidenses hizo el resto. España remató como nunca (29 veces) y se quedó a cero por tercera vez en 36 partidos. Antes lo hizo en un amistoso ante Finlandia y en la Eurocopa ante Italia, a la que venció por penaltis.
Convencido Del Bosque de que los estadounidenses se encerrarían, previno combatir la acumulación de hombres en el área con aclarados para la pegada de Xabi Alonso, mayormente, y de Riera. "Cada vez se meten menos goles desde fuera del área", asume el seleccionador, consciente de que el equipo no estuvo lúcido. De todos los goles marcados por España en esta Confederaciones (ocho), sólo uno, el primero de Torres ante Nueva Zelanda, fue desde fuera del área, y eso que la selección ha probado fortuna en 42 ocasiones, por 47 remates dentro del área. En consonancia con las estadísticas del torneo: de los 34 goles hasta ahora, sólo cinco se han logrado desde fuera del área.
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