La vuelta de cuatro ciclistas

"Será eficaz para fomentar el empleo, pero estoy del Plan E hasta las narices". Se queja David Etxebarria, ex ciclista del ONCE, el Euskaltel y el Liberty, ganador de dos etapas en el Tour, entre desesperado y divertido, por el sarpullido de obras que salpica el territorio vizcaíno. "Tenía el recorrido de la carrera diseñado hace meses, pero con tanta rotonda, tanta isleta y tanta acera nueva, con tanta calle en obras, he tenido que cambiarlo mil veces", indica.

Etxebarria se ha embarcado, junto con Roberto Laiseka, Mikel Zarrabeitia y Mikel Artetxe, en una empresa original. Los cuatro, ex ciclistas profesionales, han acudido al rescate de la Bizkaiko Bira, la más prestigiosa carrera por etapas del calendario amateur español, una prueba que agonizaba desde que su fundadora, la Sociedad Ciclista Amorebieta, tirase la toalla, superados sus voluntarios por la falta de relevo generacional. "Zarrabeitia y yo nos formamos en ese club, y desde críos vimos crecer la Bira. Cuando supimos que estaba a punto de desaparecer, nos dijimos que no podíamos dejar morir un proyecto por el que tanto había trabajado tanta gente", explica Artetxe.

Les impulsa su amor al ciclismo. "Eso y nuestra inconsciencia", reconoce Artetxe

"Aspiramos a no poner dinero, pero sólo en imperdibles se van 300 euros"

"La Bira ha sido un trampolín al campo profesional. No podíamos privar a los jóvenes de aquella oportunidad que nosotros tuvimos", alega Laiseka con conocimiento de causa: conquistó la ronda vizcaína en 1990, tras arrebatar el maillot amarillo, en la última etapa y tras atacar en el alto de Montecalvo al propio Zarrabeitia. "También ha pesado nuestra inconsciencia", reconoce Artetxe. "Cuando eres ciclista, te limitas a correr. Te colocas en la línea de salida y pedaleas por una carretera despejada hasta la meta. Ahora hemos descubierto el trabajo tan brutal que supone la organización de una carrera como ésta", añade.

En paro los cuatro desde que colgaron la bicicleta, diseñaron su plan de ataque el pasado verano. Lo primero fue asignar funciones. Zarrabeitia se encargó de captar patrocinadores ("haber sido ciclistas nos ha abierto mil puertas, aunque algunas empresas nos decían que no podían ayudarnos por la crisis, pero nos recibían y hablábamos de ciclismo"). Laiseka contrató a los 20 equipos participantes. Artetxe contactó con los ayuntamientos que acogerán la carrera (Durango, Portugalete, Galdakao, Miravalles y Bilbao) del 1 al 5 de julio. Y Etxebarria trazó el recorrido, cuya última meta estará ubicada en El Arenal bilbaíno, frente a la sede de Ipar Kutxa, nuevo patrocinador. Pese a manejar un presupuesto cercano a los 170.000 euros, ellos no cobrarán ni uno. "Nos conformamos con no tener que poner dinero", apuntan al unísono. "Pero, ¿sabes cuánto nos cuestan los imperdibles para los dorsales? 300 euros. Esto es de locos", brama Laiseka.

Llegan con ideas nuevas, deseosos de fomentar el ciclismo. Antes de cada una de las etapas, los niños podrán cubrir con los participantes el tramo neutralizado. Y a su término, grandes leyendas (Indurain, Olano, Lejarreta, Gorospe, Beloki,...) participarán en charlas-coloquio.