"No quería matarla"

"Yo no quería matarla. Mi intención era suicidarme delante de ella porque la amaba y no me correspondía". Es la versión que ha facilitado ante el juez Arndt Meyer, el ciudadano alemán de 39 años que intentó matar con una ballesta a la actriz española Sara Casasnovas el pasado día 7 a las puertas del teatro Reina Victoria. El magistrado de un juzgado de plaza de Castilla, José Emilio Coronado, ha ordenado a peritos psiquiatras que le exploren y emitan un informe sobre su estado mental. Un primer examen de personalidad, efectuado por un psicólogo judicial, revela que Meyer no está loco. Distingue el bien del mal, aunque padece un trastorno de impulsividad. Está en prisión.

Según la investigación, un acto reflejo salvó la vida de la actriz de la serie Amar en tiempos revueltos. Ladeó la cara en el preciso instante en que Meyer, despechado, le disparó una flecha con su ballesta a la puerta del teatro. La de Meyer es la historia de una obsesión que empezó hace más de un año en su país natal, Alemania.A través de Internet y del canal internacional de Televisión Española, Meyer vio a la actriz y se quedó embelesado con ella. Durante más de un año no se perdió ni un capítulo de la serie Amar en tiempos revueltos. Desde su casa de Alemania envió decenas de cartas a la artista describiendo sus sentimientos amorosos hacia ella. Una auténtica fijación, según fuentes cercanas a la investigación. La actriz pensó que se trataba de un admirador y no le contestó jamás.

Meyer llevaba tres meses en Madrid cuando atacó a Sara Casasnovas

Por Internet, desde donde seguía sus pasos en la distancia, Meyer supo que Casanovas intervenía en la obra La noche de la iguana, que se representaba en el teatro Reina Victoria. Su obsesión crecía, así que decidió viajar a España para conocer a la actriz que nunca respondía a sus misivas. Meyer llegó provisto de una mochila en cuyo interior había armas muy peligrosas: tres ballestas, 11 flechas de plástico con puntas de arpón, un spray con gases lacrimógenos, dos sogas. También llevaba un cartel de un espectáculo donde participaba la actriz.

Ya en Madrid, donde pasó tres meses antes de ser detenido, acudió muchas veces al teatro para ver actuar a Casanovas. Y también la esperaba a la salida de los estudios donde grababa una serie de televisión. No pudo hablar con ella. Cuando supo que iba a asistir a una feria del libro en Móstoles, pensó que podía ser el momento propicio para abordarla y entregarle en mano su carta de amor. En esa localidad, Casanovas le atendió, pero como a otras muchas personas. La actriz se quedó la carta y no le dio importancia, según ha declarado a los investigadores.

Al día siguiente, el 7 de junio, Meyer acudió de nuevo al teatro. Según su versión, pensó que la actriz habría leído la carta y que hablarían de ello. Eligió una butaca cercana a los camerinos. No pudo hablar con ella en el teatro y la esperó a la salida. "Me preguntó por la carta y yo le dije que no tenía esos sentimientos hacia él", ha explicado la actriz, según fuentes de la investigación.

A Meyer no le gustó la respuesta de la mujer. Se separó unos metros, mientras Casanovas departía con otras personas. Se puso justo enfrente de ella y abrió la mochila. De pronto, la actriz volvió a mirarle y vio cómo sacaba una ballesta de la mochila y le apuntaba. Luego disparó. Instintivamente, Casanovas se giró sobre sí misma, torció la cara y pudo esquivar la flecha, que le pasó rozando el mentón. Ésta se clavó en la manga de la chaqueta del actor y compañero de reparto Juan Antonio Quintana. No le causó ninguna herida. "No me enteré de nada, porque estaba hablando con unos amigos. Todo ocurrió a mis espaldas. Fue muy rápido y parece que el atacante estaba muy excitado", explicó Quintana.

Técnicos del teatro y transeúntes, entre ellos un policía que estaba fuera de servicio, se abalanzaron sobre Meyer y le retuvieron. El hombre, acusado de intento de homicidio, ha negado ante los investigadores que tuviese intención de matar a la actriz. Ha asegurado que cuando la actriz le rechazó, se apartó de ella, sacó la ballesta y le dijo: "¿Ves esto?", señalando el arma, "me voy a suicidar por ti". Según su versión, se le escapó la flecha cuando preparaba la ballesta para quitarse la vida. Además, asegura que llevaba flechas con punta de arpón "porque España es un país muy inseguro".