El PSOE recrimina a la Xunta que sean las empresas las que decidan las piscifactorías

Un día después de que la conselleira de Mar, Rosa Quintana, abriese de par en par las puertas a Pescanova para que instale una piscifactoría en Touriñán, proyecto que la firma ha aplazado, el PSOE arremetió contra la política medioambiental del Gobierno del PP. El portavoz parlamentario del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, consideró "un error" que se vuelva a recuperar la idea original -descartada por el bipartito- de instalar una planta piscícola en ese espacio protegido de la Costa da Morte. Mientras, el presidente de la Xunta reiteró su "apoyo inequívoco" a Pescanova y afirmó que la piscifactoría de Touriñán "ya debería estar funcionando".

El portavoz parlamentario de los socialistas no sólo criticó la ubicación de la piscifactoría, también atacó la nueva filosofía de la Xunta. "No pueden ser las empresas las que definan la defensa del interés general de los ciudadanos, de las generaciones futuras y el respeto al medio ambiente", lamentó. Leiceaga defendió que "el desarrollo industrial ha de ser compatible con el cuidado de la naturaleza" y recordó que el anterior Ejecutivo ofreció a Pescanova "dos emplazamientos alternativos". "Si no optó por ninguno de ellos debió de ser por sus legítimos criterios empresariales", explicó. También el BNG, a través de su diputado Bieito Lobeira, rechazó el proyecto para Touriñán y acusó al Ejecutivo de Feijóo de anteponer los intereses públicos a los de las grandes empresas

Las críticas de la oposición chocaron, el día después de que la conselleira de Mar se trasladase a Portugal para acudir a la inauguración de la nueva planta de Pescanova, con las felicitaciones de la firma. El presidente de la empresa, Manuel Fernández de Sousa, subrayó que su grupo está "muy agradecido" por "el apoyo y calor" que recibe del actual Gobierno gallego. "Hay gestos que valen más que mil palabras", redundó. Así comprometió la apuesta de su grupo por Galicia, donde seguirá invirtiendo. Fernández de Sousa evitó, no obstante, comparar la política acuícola del PP y la del bipartito. "No ha lugar", zanjó.