Trabajar gratis
Karl Marx debe estar retorciéndose de risa en su tumba: primero los trabajadores de la Seat catalana aceptaron bajarse el sueldo para poder seguir sufriendo la incertidumbre de su seguro despido en los próximos años a pesar de haber recibido ayudas estatales inmensas y estériles y ahora, los trabajadores de la British Airways -obligados primero a tomar vacaciones sin sueldo- han recibido la sugerencia de que sería bueno para ellos el trabajar y no cobrar durante un mes. Y para dar ejemplo, el directivo que firma la petición, dice que él va a ser el primero que renunciará a sus 70.000 euros mensuales (sí, mensuales).
Algo no cuadra; si el sueldo medio mensual de un trabajador inglés es de 3.000 euros, es decir, el directivo cobra 23 veces más que un trabajador y, por tanto, debería dejar de cobrar unos dos años para hacer un similar esfuerzo monetario. Pero sin rubor pide trabajo gratis, todo por el amor a esa compañía que le atiborra de dinero mes a mes y de la que no quiere salir al paro real, porque trabajar gratis es aún peor que el paro, en mi opinión.
Y mientras tanto Marx enterrado en el más lejano de los cementerios emite su eterna profecía de que, tarde o temprano, aquí se va a liar una lucha de clases que no la van a arreglar ni las pelotas de goma de la policía.
Mientras, exigimos a los jóvenes una cultura de esfuerzo para que acaben trabajando sin cobrar y no cuestionamos cómo es posible que los ricos sean cada vez más ricos y las diferencias entre la clase alta y media sea de 23 veces el sueldo. Y me olvido de los pobres, porque aquí es lo normal, ¿no.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.