"Corrimos por diversión más que por otra cosa"

Silverstone se llenó el día de su despedida de la F-1. El legendario circuito albergó por última vez, aunque Bernie Ecclestone comenzó ayer a dar marcha atrás, el Gran Premio de Gran Bretaña y llenó las gradas de color. Más de 100.000 espectadores acudieron a la cita demostrando que en Europa las carreras siguen interesando mucho más que en Asia y Oriente Medio. El olor a gasolina y a neumático quemado, sin embargo, está tirando ahora mucho más que el interés por una competición que este año está ofreciendo un pobre espectáculo. Los teóricos mejores coches no ganan y los grandes pilotos, los que poseen títulos mundiales, van por detrás.

Muchos espectadores no entienden nada. Algunos pilotos, tampoco. Pero ellos pagan en carne propia los problemas que han producido en sus equipos tantos cambios de normas y tantas dudas en la interpretación de los reglamentos. "Nuestra carrera acabó en la primera curva", confesó Fernando Alonso; "salí décimo y perdí dos posiciones con coches que iban más cargados de gasolina en un circuito en el que no se puede adelantar. Y luego dimos el resto de las vueltas por diversión más que por otra cosa".

"Si sólo mejoramos media décima por prueba, estaremos siempre igual"

Las victorias y los podios no están ya al alcance de Alonso. Tampoco de Hamilton y difícilmente de Raikkonen. Pero los espectadores siguen buscándoles a ellos y, en muchos casos, se desinteresan al ver que ya no ganan. "En Chile, las audiencias han bajado de forma espectacular desde que Ferrari no está delante", informó ayer un periodista de la televisión de ese país. En España se mantienen e incluso mejoran, pero cada vez resulta más difícil que los telespectadores permanezcan ante la pantalla.

"Para el espectáculo fue interesante el duelo que mantuvimos con Hamilton", reflexionó Alonso; "él me adelantó en la recta de meta y yo le pasé en la de atrás. La gente aplaudió. Pero a Lewis y a mí no nos hace gracia luchar por la 16ª posición". Sin embargo, eso es lo que seguirá ocurriendo en los próximos grandes premios, según anuncia el propio Alonso: "En Alemania no espero mucho más de lo que ha ocurrido aquí. Hasta que llegue una evolución que nos dé tres o cuatro décimas, nada va a cambiar. Si seguimos introduciendo sólo media décima por carrera, que es lo mismo que hacen los demás, siempre estaremos en el mismo lugar". Alonso abandonó el circuito bastante decepcionado. "Tenía pocas esperanzas de hacer una buena carrera", confesó; "encima, arrastramos problemas con el embrague en la salida -deben colocarlo en la justa posición que les indican desde el taller y a veces no es la acertada- que nos están perjudicando. Sin embargo, el 14º puesto tampoco es el que nos corresponde. Estamos mejor que eso".