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Reportaje:

Cerrojazo contra el derecho laboral

El dueño del hotel Los Monteros ha incumplido leyes y compromisos

La aventura del petrolero ruso Ernest Malyshev que quiso ponerse en el escaparate del éxito en Occidente comprándose un hotel en Marbella con el propósito de convertirlo en alojamiento preferido de la nueva jet set de su país, ha resultado un rotundo fracaso. Lo malo de esta veleidad personal es el alcance social que tiene, porque ha comprometido el futuro de uno de los hoteles de gran lujo señeros de la Costa del Sol y de las 180 familias de sus trabajadores.

Malyshev compró el hotel Los Monteros el pasado 3 de diciembre, con la promesa de atender las deudas del establecimiento, terminar su reforma, y relanzarlo con una nueva estrategia comercial. Pero la realidad es que siete meses después el hotel está cerrado por decisión unilateral sin soporte legal del empresario, que ha ignorado los requerimientos a la reapertura de la autoridad laboral, los trabajadores no han cobrado las seis últimas nóminas, ni han visto un sólo euro los bancos, ni los proveedores, ni Seguridad Social ni Hacienda, ni las agencias que le han traído clientes.

Malyshev tiene una condena por agredir y dos multas de 190.006 euros

Y por si eso fuera poco, en este tiempo Malyshev acumula una condena por agredir a un trabajador que le reclamó su salario, tres denuncias por agresiones y amenazas del presidente del comité de empresa, aunque en el único juicio celebrado hasta ahora salió absuelto, dos multas de la Junta de Andalucía por 190.006 euros, que aún podrían incrementarse en 97.515 más, y algo hasta ahora inusual, una denuncia del consejero de Empleo ante los Juzgados de lo Social por atentado contra la dignidad de los trabajadores. La Fiscalía investiga también si hay responsabilidad penal.

Todos estos méritos ilustran el desprecio que ha mostrado a la legislación laboral española este empresario cuyo carácter irascible ha llamado la atención de quienes lo han tratado. Incluso de sus propios abogados, que han sufrido en alguna ocasión sus desplantes y malos modos simplemente por el hecho de informarle de lo que dice la ley. Cerró el hotel alegando que los trabajadores mantenían ua actitud agresiva con los clientes y que habían destrozado los enseres, algo que la inspección de trabajo comprobó falso.

La aventura en Los Monteros es la primera incursión de Malyshev en negocios ajenos al mercado petrolífero. Nacido en Bakú, capital de Azerbaiyán hace 45 años, Ernest Malyshev ha desarrollado su actividad profesional en San Petersburgo. Desde 2003 preside Northt West Oil, una empresa petrolífera considerada en Rusia de pequeño tamaño. En 2007 produjo 120.000 toneladas de crudo y obtuvo unos beneficios de 4,4 millones de dólares. North West Oil tiene concesiones para explotar yacimientos en el área de Saratov, ciudad en la que en 2006 fue candidato a las elecciones locales por el Partido de la Resurrección Nacional Voluntad Popular, aunque no salió elegido.

En su currículum figura una diplomatura en Logística por la Escuela Superior Militar, aunque presumiblemente se trate de un título comprado, práctica habitual en Rusia, ya que cuando fue candidato hace tres años declaró tener solamente estudios medios. Hay quien cree que Malyshev compró Los Monteros arrastrado por la moda de otros ejecutivos de su país de invertir en el sector inmobiliario en el extranjero, sin conocer bien las circunstancias del hotel y en un mal momento por la crisis económica.

Su gestión ha sido tan ineficaz como intolerable sus métodos. Hasta en tres ocasiones firmó acuerdos laborales que luego incumplió, pese a que los trabajadores estaban dispuestos a admitir 50 bajas temporales. Desde que el 5 de junio cerró el hotel, Malyshev está desaparecido y se ha negado a los sucesivos requerimientos de los trabajadores y de la Junta para sentarse a dialogar. Lejos de cumplir la orden de reapertura ha anunciado el cierre definitivo el 30 de junio. Y siempre culpa a los trabajadores, a los que no para de hacerles reproches y pedirles flexibilidad, que consiste en que todos, tengan la función y la categoría que tengan hagan de todo.

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