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Tribuna:La firma invitada | Laboratorio de ideas
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España, cantera de talento

Por JAVIER SANTISO

España está en recesión. La fiesta se acabó, y con el apagón económico abunda ahora el pesimismo. Reconstruir una estrategia de crecimiento y de inserción internacional requerirá movilizar los talentos del país. Y éstos abundan, tanto fuera como dentro de España.

En el exterior hay muchos empresarios y altos funcionarios españoles reconocidos por su profesionalismo. En el ámbito de los organismos y foros internacionales, si bien España consiguió in extremis entrar en el G-20, varios españoles están hoy día en puestos clave para el rediseño de las finanzas internacionales. Uno de ellos es José Viñals, ex subgobernador del Banco de España, nombrado en abril pasado consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este doctor en Economía por la universidad de Harvard, que también se desempeñó como profesor en la igual de prestigiosa universidad de Stanford, se convierte así en uno de los máximos directivos del organismo con sede en Washington. Su antecesor en el puesto es otro español, Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España, nombrado director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), ubicado en Basilea, el otro gran organismo que estará a cargo de la resolución de la crisis financiera y bancaria actual. Con ambas promociones se destaca, además de la valía profesional de ambos economistas, el papel central desempeñado por el Banco de España, una institución que ha cobrado prestigio internacional en las pasadas décadas.

Reconstruir una estrategia de crecimiento requerirá movilizar los talentos del país
Está claro que España posee un as, y es su talento y capital humano, dentro y fuera del país

El talento español desborda, sin embargo, ampliamente la esfera de los organismos internacionales. Los arquitectos o chefs ibéricos deslumbran el mundo entero. El reciente nombramiento como secretario de Estado de Economía de Juan Manuel Campa, profesor de la prestigiosa escuela de negocios IESE, doctor por Harvard y con una amplia trayectoria en EE UU, es una muestra de otra cantera importante: la de economistas españoles que se hicieron un hueco en las universidades más influyentes de EE UU o Europa.

En muchas multinacionales abundan los ejecutivos ibéricos. Así, por ejemplo, Christian Morales se desempeña hoy como máximo responsable para Europa, África del Norte y Oriente Próximo del fabricante estadounidense de chips Intel. Otro español, Adolfo Hernández, antes al mando de Sun Mycrosystems en España, se hizo cargo a finales de 2008 del mando de la empresa em la misma región, -Europa, Oriente Próximo y África- de la compañía francoamericana Alcatel-Lucent, con sede en París. En la cúpula dirigente de la tabacalera anglosajona Imperial Tobacco, que absorbió la hispano-francesa Altadis, figura Fernando Domínguez. En Facebook, Javier Oliván, becario de la Fundación Rafael del Pino (jamás alabaremos suficientemente la extraordinaria labor desempeñada por las fundaciones privadas españolas), apenas salido de Stanford fue nombrado responsable de la internacionalización de este gigante de Silicon Valley.

En Francia también, la ex ministra de Asunto Exteriores Ana Palacio preside desde finales de 2008 el área internacional del Areva, líder nuclear mundial. Otra mujer, Mercedes Erra, de origen catalán, copreside la multinacional de publicidad Euro RSCG Worlwide, grupo propietario de Havas, agencia que tiene como director general a otro español, Fernando Rodés Vilà. Los grupos publicitarios parecen sentar bien a los ejecutivos españoles: el presidente del Grupo Bassat Ogilvy, Enric Pujadas, formado en la escuela de negocios ESADE, ha sido nombrado miembro del Comité Ejecutivo de Ogilvy Europa, África y Oriente Próximo.

Luis Cantarell preside todas las actividades del continente americano de la multinacional suiza Nestlé. Es llamativo que esta empresa, verdadera cantera de consejeros delegados y presidentes (los actuales máximos directivos de Unilever y Carrefour proceden de Nestlé), tiene nada menos que otros dos españoles en su Consejo, José López y Francisco Castañer. En el sector de la distribución, la francesa Carrefour nombró a finales de marzo a un español, Ricardo Currás, miembro de su dirección general, sustituyendo a otro español, Javier Campo. Por su parte, Belén Garijo también se incorporó a la dirección general de otra multinacional francesa, el gigante farmacéutico Sanofi Aventis, como máxima responsable de sus operaciones europeas y canadienses.

En la cementera suiza Holcim, Javier de Benito preside las actividades para África del Norte y el Océano Índico. En su competidora francesa, Lafarge, Isidoro Miranda preside las actividades cementeras del grupo y es miembro de su comité de dirección. En la también francesa Alstom, Pedro Solé cubre toda Asia emergente, después de haber impulsado las actividades latinoamericanas de este líder mundial. Por su parte, Julio Rodríguez preside desde 2007 las actividades para Europa de otro gigante francés, Schneider Electric. El catalán Jordi Constans entró, con apenas 42 años, en la cúpula directiva de Danone en 2008, algo que también ha hecho otro español, Félix Martín García, formado en Madrid.

Algunos altos directivos españoles también consiguieron alzarse a puestos de relevancia global en sus respectivas empresas a partir de las bases españolas, fundamentalmente Madrid y Barcelona. Así, Antonio Oporto se desempeña como vicepresidente regional para España, Portugal e Iberoamérica de toda el área de transporte de Alstom. En la británica British Telecom, otro español, con base en Madrid, José Luis Álvarez, es responsable de todos los mercados emergentes. En la multinacional Arcelor Mittal, Gonzalo Urquijo, desde su base madrileña, forma parte del selecto comité de dirección de este líder mundial del acero. Desde Barcelona, Jesús Acebillo preside todas las actividades relativas a los emergentes de la multinacional suiza Novartis. Por su parte, la multinacional estadounidense Hewlett-Packard ha nombrado este año al español Santiago Cortés, que fue responsable de la filial ibérica, director general para Oriente Medio, Mediterráneo y África. También desde Madrid, Vicente Moreno, presidente de Accenture, gestiona para la multinacional todas las oficinas ubicadas en África.

Los ejemplos podrían seguir multiplicándose. No es casual que España tenga un récord de tres escuelas de negocios entre las primeras mundiales, con IESE, ESADE y el Instituto de Empresa. El reconocimiento del talento español tanto en organismos internacionales como en empresas globales también tiene su equivalente en España. La emergencia de multinacionales españolas como Telefónica o Inditex corrobora ese saber hacer. Los pesimistas dirán que éstas son excepciones, que la base industrial española es demasiado estrecha, que España se encerró en el callejón del bajo coste y del ladrillo. La crisis actual apunta al final de un ciclo. En general, las crisis son momentos que provocan parálisis. Pero también pueden ser momentos únicos para dar un nuevo impulso.

Las industrias renovables y las biotecnologías -por no hablar de las infraestructuras y la agroalimentación, donde las necesidades mundiales son y serán colosales- son áreas que muestran senderos posibles por donde avanzar. Lo que está claro es que España posee un as, y es su talento y capital humano, tanto dentro como fuera del país.

Esperemos que el país sepa movilizar esta cantera y seguir capitalizando el impulso que dio, en apenas dos décadas, una oscura península perdida más allá de los Pirineos, en el extremo sur de Europa, para convertirse en una potencia económica y empresarial.

Javier Santiso es director del Centro de Desarrollo de la OCDE.

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