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Los problemas del sector financiero

Botín pide que los políticos dejen manos libres al Banco de España

El presidente del Santander dice que mantendrá los beneficios pese a la crisis

Íñigo de Barrón

Emilio Botín mantiene el tipo, pero sin el optimismo de ocasiones anteriores. En su discurso ante la Junta General de Accionistas, el presidente del grupo Santander anunció el compromiso de la entidad para ganar este año lo mismo que en 2008, es decir, 8.876 millones. Esta cifra supone un 2% menos que lo obtenido en 2007, cuando la entidad logró más de 9.000 millones. Comparado con los competidores internacionales "que están en pérdidas o nacionalizados, este nivel de beneficios será un resultado excepcional que ningún banco occidental puede lograr", añadió el presidente.

Respecto a la situación de España, dijo que "algunos indicadores apuntan a una cierta mejora que todavía es frágil" y pidió manos libres para el Banco de España para reestructurar el sistema "sin interferencias políticas", en alusión a la capacidad de veto de las comunidades autónomas.

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La junta de ayer fue atípica porque se celebró en viernes, en lugar de en sábado, por primera vez. Algún accionista protestó por ello y Botín dijo que se debe a "motivos operativos". Ante unos 2.000 accionistas, mayoritariamente empleados, que soportaron una reunión de cuatro horas, Botín transmitió el mensaje de que el banco aguantará la crisis sin sorpresas negativas. Insistió en que se repartirá la misma cantidad para dividendos, 4.812 millones. No obstante, los accionistas recibirán 0,59 euros por acción, un 9,2% menos por las ampliaciones de capital que ha hecho la entidad en el último año para reforzar su capital.

Lejos quedan los anuncios de hace un año cuando Botín habló de alcanzar un beneficio de 10.000 millones y elevar un 25% el dividendo. La junta de 2008 fue conocida por la frase de que "la crisis es como la fiebre de un niño, que empieza fuerte y luego baja". Ayer dijo tener "la firme impresión de que muy probablemente hayamos visto ya lo peor de esta crisis financiera". Botín basó su optimismo en que "el segundo trimestre ha sido mejor que el primero" y que se aprecia la mejoría de los mercados de liquidez, la recapitalización de las entidades y la caída de los diferenciales de riesgo.

Respecto a la situación económica de España, estuvo más prudente que otras veces y pidió acometer "todas las reformas necesarias para reforzar nuestra competitividad y capacidad de crecimiento". Otros años Botín habló de los puntos fuertes de la economía española, que en esta ocasión no citó. Como es habitual, tampoco hubo referencias al Gobierno ni a la oposición. Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, dijo ser "muy optimista sobre el futuro". Aseguró que, gracias a las medidas adoptadas, se había rebajado la previsión de morosidad del Santander en España para este año desde el 4,5% que se esperaba hace unos meses al 3,5% que se maneja en la actualidad .

En cuanto a la reestructuración del sistema financiero español, el presidente de uno de los mayores bancos del mundo apoyó "todo lo que ha comentado Miguel Martín, presidente de la AEB", y pidió todo el poder para el Banco de España. Remarcó que "si en el futuro fuera necesario algún tipo de intervención, ésta se hiciera con sentido de anticipación, caso por caso y mediante el correspondiente plan de reestructuración de la entidad que lo necesite, siendo el Banco de España el encargado de promover y tutelar estas medidas".

Como es habitual en Botín, no anunció compras. Durante su discurso dijo: "No necesitamos en absoluto de nuevas adquisiciones para aumentar nuestros resultados". Posteriormente, en las respuestas a los accionistas, fue más rotundo al afirmar: "No haremos ningún tipo de compras en Estados Unidos".

Respecto a Sovereign, la entidad de Boston y Filadelfia en reestructuración, el presidente la calificó como "el Abbey de América", en comparación con la entidad británica que tan buenos resultados ha ofrecido al Santander.

Una de las claves del éxito de la entidad cántabra, según su primer ejecutivo, es la diversificación geográfica, "que mitiga el riesgo" gracias a "la fuerte presencia en nueve o 10 mercados principales". Para buscar este equilibrio justificó que el Santander haya comprado recientemente dos entidades en el Reino Unido, Alliance & Leiscester y Bradford & Bingley, el Banco Real en Brasil y el Sovereign en Estados Unidos.

Lo que más alargó la junta fueron las intervenciones de los accionistas. Alrededor de 20 tomaron la palabra, con temas variados. Además de los habituales abogados del fallecido Rafael Pérez Escolar, hubo duras quejas por el cierre del fondo Santander Banif Inmobiliario por el caso Madoff, y algunas reivindicaciones sindicales "por el acoso laboral" en Brasil.

Tomaron la palabra dos asociaciones ecológicas y una ONG contra las armas, que pidió que el Santander abandone el accionariado de Explosivos Alaveses por fabricar bombas de racimo. También hubo quejas por los altos sueldos de los directivos cobrados en plena crisis. Botín prometió estudiar algunos asuntos e insistió en que el banco había actuado intentando no perjudicar a los clientes.

Emilio Botín se dirige a los accionistas del Santander.
Emilio Botín se dirige a los accionistas del Santander.JAVIER COTERA

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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