Cinco minutos de lluvia: choques y goteras en la T-4
Una lluvia torrencial sorprendió ayer a miles de madrileños, en especial en la zona noroeste. En tan sólo cinco minutos, algunos puntos de la capital registraron hasta 10 litros de agua por metro cuadrado, según un portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología. En las carreteras los conductores tuvieron que reducir la velocidad ante una cortina de agua que les impedía ver a los coches que les precedían. Eso se tradujo en retenciones en las principales vías. En la autovía de Valencia (A-3), a la altura de Rivas, volcó un camión que transportaba mercancías, lo que provocó grandes retenciones de entrada en la capital. El conductor resultó herido leve. La tromba incluso detuvo unos minutos el movimiento de los aviones en Barajas, donde la T-4 tuvo goteras y una bolsa de agua en la entrada.
Las nubes se formaron en las provincias de Cáceres y Toledo y descargaron a partir de las ocho de la tarde. La tormenta entró por el oeste.
La fuerte intensidad y la rapidez con la que cayó hizo que los bomberos tuvieran mucho trabajo, en especial en la capital y en municipios donde llovió con mucha fuerza, como Aranjuez. Los bomberos del Ayuntamiento efectuaron 37 intervenciones entre las ocho y media y las diez de la noche. Acudieron por desprendimientos de cornisas, caídas de árboles y balsas de agua. El 112 recibió entre las siete y las diez de la noche 65 llamadas. Los bomberos de la Comunidad realizaron 45 salidas en ese tiempo, según Emergencias 112.Los distritos de la capital que más sufrieron los avatares de la lluvia fueron Ciudad Lineal, San Blas y Vicálvaro, aunque también se vieron muy afectados Hortaleza y Barajas. A última hora de ayer los bomberos achicaban el agua que se acumuló en muchos garajes y aparcamientos subterráneos. En ninguna de las intervenciones motivadas por el agua se produjeron heridos de consideración, según fuentes de Emergencias.
Donde se notó especialmente la tromba de agua fue en el aeropuerto de Barajas. Según un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea -AENA, el ente que lo gestiona-, se registró agua equivalente a cerca de 30 litros de agua por metro cuadrado. La fuerza y la rapidez con la que caía motivó que la torre de control suspendiera la actividad durante unos minutos y hasta que cesó la lluvia torrencial. Los comandantes de las aeronaves se quejaban de falta de visibilidad, a lo que también se unió gran cantidad de agua en las pistas. De hecho, frente a la terminal T-4 los bomberos del Ayuntamiento de Madrid tuvieron que rescatar a un autobús que había quedado atrapado en una balsa de agua.
Los problemas también se padecieron dentro de la terminal, donde hubo auténticas riadas de agua que anegaron parte de los pasillos y algunas salas VIP, según explicaron algunos pasajeros.
