Martínez firma la paz con el metal

El nuevo presidente de Coepa, Rafael Martínez, manifestó ayer en Valencia su intención de potenciar la colaboración y la integración con la federación alicantina del metal (Fempa), cuyas relaciones han sido muy eléctricas con su antecesor, Modesto Crespo. La junta directiva de la patronal alicantina llegó a exigir a la federación del metal que abandonara la confederación.

El origen de esta tensión se remonta al momento en que Crespo llegó a la presidencia de Coepa, tras haber sido expulsado de Fempa en 2004 con un expediente disciplinario. Durante la presidencia de Crespo el metal mantuvo una actitud fiscalizadora con las cuentas de la patronal, un pulso que terminó en el juzgado y en el que el juez obligó a Coepa a entregar sus cuentas de 2006.

Martínez abrió ayer un nuevo tiempo con su presidencia y presumió de las "fantásticas relaciones" que mantiene "con el sector, la federación y sus directivos". Tras mantener su primera reunión con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la consejera de Industria, Belén Juste, manifestó que su objetivo es potenciar la colaboración y la integración. "Los proyectos de todos son acumulables, suman, nunca dividen, por lo que cuanto más esfuerzo haya por parte de todos, mejor", apuntó.

El nuevo responsable de Coepa desvelará hoy en el comité ejecutivo las nuevas líneas de su mandato, aunque avanzó que reforzará y potenciará las estructuras asociativas y, asimismo, tratará de "profesionalizar al máximo" la actividad y la estructura de la organización para ganar eficacia.