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HISTORIAS DE UN TÍO ALTO | Baloncesto
Columna
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¿Apoya toda España a Pau?

Me pregunto lo siguiente: ¿todos los amantes del baloncesto españoles apoyan incondicionalmente a los jugadores españoles y, por tanto, animan a los Lakers por Pau Gasol o los hay que están hartos de tener que tragar por fuerza a Gasol y que reaccionan apoyando a cualquier equipo al que le toque jugar contra los Lakers?

Me puedo permitir hacer estas preguntas tan filosóficas porque la gran incógnita (la de qué equipo ganará la final de 2009) puede que ya se haya resuelto, aun cuando escribo esto justo después del cuarto partido (recuerden que, debido a la falta de conocimientos de español del autor y a lo que posiblemente sea un problema más enojoso -para empezar, suele escribir sus artículos de una forma que los hace difíciles de traducir-, escribo lo que leen varios días antes de que se publique).

Los Lakers son o serán los campeones. Probablemente, no deberían, pero van a serlo. Cuando empezó la final, los Magic de Orlando eran claramente el caballo perdedor. Necesitaba una racha de buena suerte que hacía que el reinado del imperio otomano pareciese corto en comparación. Curiosamente, consiguió los golpes de suerte que necesitaba, pero no fue capaz de sacarles partido. El jugador adecuado tenía el balón en el momento equivocado, el jugador equivocado marcaba al tipo que no hacía nada salvo meter importantes canastas de tres puntos y el entrenador del bolígrafo mágico era incapaz de convencer a todos esos jugadores adecuados y equivocados de que se concentrasen, aunque sólo fuese durante unos segundos, para que esos mismos jugadores pudiesen pasar a la historia como los campeones de la NBA de 2009.

Así que, en vez de ver alzarse una pancarta hasta el techo en Orlando, a todos nos tocará otra ración de Kobe Bryant y los Lakers. O, mejor dicho, de Pau Gasol y los Lakers. Todo, porque Courtney Lee no es capaz de encestar ganchos, Dwight Howard no es capaz de encestar tiros libres y Jameer Nelson no sabe que, cuando su equipo gana por tres puntos, el único lugar por el que tiene que preocuparse es la zona que está detrás de la línea de tres puntos.

Sin embargo, tengo fe en que en España no todo el mundo se alegre de que ganen los Lakers. Después de pasar algún tiempo en este país, creo que conozco un poco a sus ciudadanos: leales, sin duda (puntos a favor de un incondicional amor por Gasol), pero con un toque de sentimiento antiautoritario que me da esperanzas (puntos a favor de la reacción contra los Lakers). Si estoy en lo cierto, y creo que lo estoy, en España todo el mundo debería estar contento. Los amantes de los Lakers se congratularán cuando Los Ángeles cierre las series y los seguidores de los perdedores se sentirán satisfechos sabiendo que los dioses del baloncesto fueron justos con nuestro amado David, pero que David, simplemente, era incapaz de encestar un tiro libre.

(Nota del autor: para saber más sobre lo que Paul tiene que decir, pueden seguirle en twitter.com/paulthenshirley.).

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