Sobre la experiencia
Le preguntaron a Stan Van Gundy, entrenador de los Orlando Magic, sobre si la causa de la derrota en el cuarto y crucial partido había sido la diferencia de experiencia entre sus jugadores (fallos vitales en los tiros libres por parte de Turkoglu y sobre todo de Howard) y los que maneja Phil Jackson (acciones claves de Ariza, Gasol y los dos bombazos de Fisher). "¿Cómo se puede hablar de falta de experiencia de unos jugadores que han jugado cientos de partidos, muchos de ellos extremos?", argumentó el bueno del técnico de Orlando, al que las palabras le salen directamente del corazón. Seguramente lo mismo pensó George Karl, entrenador de los Denver Nuggets, después de perder dos partidos por dos errores en saques de banda durante la final del Oeste. Eran simplemente cosas del juego.
Reconociendo que en muchas ocasiones la utilizamos como "cliché" -Van Gundy dixit- son demasiadas pistas la que nos han dado estos play offs como para no pensar que la experiencia sigue siendo un grado, y éste está al lado de los Lakers. Denver llevaba un porrón de años sin asomarse a la final del Oeste. Se notó aunque contase con un campeón como Billups. Orlando jugó su última final de la NBA hace 14 años. Ninguno de sus jugadores importantes sabía lo que era ni lo que significaba.
Pero no en el terreno deportivo, que al fin y al cabo no dejan de ser partidos de baloncesto. La diferencia es la carga emocional. Es la tensión de saber que nunca has tenido más cerca la gloria y que no sabes cuánto tardarás en volver a acercarte a ella. Se pasa del ahora o pasado mañana al ahora o vete tú a saber. Entonces un jugador falla una bandeja ganadora en el segundo partido. Y otro unos tiros libres en el cuarto. Y un tercero deja que Fisher pueda tirar un triple cuando sólo tenía que haberle hecho falta dos segundos antes. Haciendo suficientes méritos para el 3-1, vas 1-3 y ya nadie cree en la remontada.
Mientras, en el otro lado, todo parece ajustado a guión. Conocen perfectamente cómo se gana una serie, cómo se gana un anillo. También cómo y por qué se pierden, pues todos lo sufrieron ante Boston la temporada pasada, y ya se sabe que de las derrotas se suele aprender mucho más que de las victorias. Luego van y las mayoría de jugadas claves las llevan a buen puerto. Unos días Bryant, otros Gasol, Ariza, Odom o Fisher. Con la sabiduría y templanza que te otorga el haber estado ya allí.
Los contrarios piensan que deberían ganar. Los Lakers terminan venciendo. ¿Simples cosas del juego? Ante tanta repetición, lo dudo mucho.
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