Fisher lanza a los Lakers al anillo

El cuarto partido explicará mejor que ningún otro los motivos por los que Los Lakers están destinados a ser los campeones este año en la NBA y a los Magic aún les queda un peldaño que superar. Lo ganó el equipo de Los Ángeles en la prórroga (91-99), pese a que lo tuvo fatal. Precisamente en los peores momentos es cuando mejor se han expresado Los Lakers y mejor han sabido argumentar su candidatura al anillo, ahora ya incontestable. Dominan por 3-1 y sólo un milagro podría revertir la serie porque, mientras que a Los Lakers les basta con una victoria más, los Magic deberían ganar los tres posibles partidos por disputar, el próximo la madrugada española del domingo al lunes en Orlando (2.00, Canal+).

Los Lakers hicieron una demostración de su capacidad para apretar el acelerador cuando más lo necesitan. La experiencia y la calidad de varios de sus jugadores salen a relucir en esos instantes. Fisher, el capitán, volvió a ser el hombre de los triples providenciales. Gracias a ellos los Lakers culminaron una remontada impresionante, forzaron la prórroga y remacharon. Pau Gasol acaricia ya el mayor sueño de su vida, ganar el título de la NBA. Y él fue quien definitivamente puso el candado a un partido en que logró 16 puntos y 10 rebotes.

El partido tuvo dos caras. En la primera parte los Lakers rozaron el naufragio. Los Magic, pese al nefasto día de Lewis, estuvieron a punto de dejarlo visto para sentencia. Obtuvieron una renta de 12 puntos que mantenían al inicio del tercer cuarto (49-37). Además, los Lakers sufrieron muchos problemas con las faltas personales, así como un desbarajuste considerable cuando tuvo que recurrir a los suplentes.

Pero Phil Jackson recompuso a su equipo durante el descanso, volvió a poner en la cancha a su mejor arsenal y entonces fueron los Lakers, con una excelente presión defensiva, los que desmantelaron a los Magic. El parcial del tercer cuarto lo dice todo: 14-30. Ariza, a cero hasta entonces, se enchufó para anotar 13 tantos en ese periodo. Kobe Bryant, como siempre, aportó canastas inverosímiles y hasta ocho asistencias, aunque sus 32 puntos no se vieron acompañados por una buena serie en el lanzamiento: 11 de 31. Los Lakers pasaron a dominar, aunque su ventaja no fue muy amplia (63-69). Los Magic forzaron constantes faltas. Ello les permitió marcar diferencias desde la línea de tiros libres, a pesar de que fallaron más de la cuenta con 10 puntos en los 17 lanzamientos que dispusieron en ese último cuarto y un total de 15 errores al final del partido. Los Lakers, en cambio, no lanzaron ni un solo tiro libre en ese periodo.

Los Magic, con un Turkoglu enrachado, se rehicieron y llegaron a ver casi decidido el partido. Vencían por cinco (87-82) y dispusieron de una posesión que culminó Lewis con un fallo a falta de 39 segundos. Ese intervalo le valió a los Lakers para empatar gracias a una canasta de Gasol (87-84), tras la que Howard, a falta de once segundos, falló dos tiros libres. Faltaban 11 segundos y a los Lakers les sobraron cuatro para el triple milagroso de Fisher.

En la prórroga, volvió a decidir Fisher con otro triple a falta de 31 segundos (91-94). Los Magic no acertaron en la siguiente jugada y Pau Gasol culminó primero una acción de contraataque y cerró la contienda con mate. Siendo importantes los mil puntos y más de 500 rebotes que acumula en sus cinco participaciones en los play offs, más importante es la constancia y el pundonor del pívot español. Lo volvió a demostrar en un partido en que por momentos fue rebasado por el poderío de Dwight Howard, autor de 16 puntos, 21 rebotes y 9 tapones, un récord en las finales.

Claro que Howard perdió hasta siete pelotas, un error extensivo a todo su equipo, que perdió diez posesiones más que los Lakers. Además, Superman naufragó desde la línea de tiros libres con sólo seis aciertos en 14 lanzamientos. Gasol venció la desesperación tras un inicio de partido nefasto. Sumó pronto dos faltas y hasta el minuto 14 no obtuvo su primer rebote y su primera canasta. Pero al final impuso su ley.