"Querría que Chueca pudiera ser todo Madrid y besarme en cualquier parte"
Todavía se emociona cuando recuerda el día en que decidió contarles a sus padres que era gay. Hace ahora 30 años. Él, el único chico entre tres hermanas, se disponía a decirle a un matrimonio de un pueblo de Ciudad Real, "campesinos de toda la vida", que le gustaban los hombres, "con todas las connotaciones que eso tenía para ellos, que habían sido testigos de persecuciones, linchamientos y suicidios de gente con una tendencia sexual fuera de la norma".
Para todo homosexual siempre hay un momento de visibilización (o no), de salir del armario o no, una línea que se cruza o no, del todo o en parte. Pablo Peinado (47 años), lo hizo entonces y aquella decisión, por supuesto, marcó su vida, pero hasta el punto de profesionalizarse: se convirtió en visibilizador. Y lleva toda la vida trabajando por descubrir a gente como él y desde hace cinco años dirige el Festival Internacional Visible de cultura gay, que celebra su quinta edición en Madrid, como antesala de las fiestas del Orgullo, de principios de julio.
"El matrimonio homosexual es un punto de partida, no de llegada"
Se casó pocos días después de la aprobación de la ley de matrimonios gay (2005). Su madre fue la madrina de su boda. En su caso, la aceptación de su homosexualidad, "requirió el proceso de asimilación justo". No fue así en el caso de su marido: "Pese a haber salido en la prensa y todo, sus padres prefieren no saberlo", asegura. Eso, y el hecho de que haya gente, amigos, que le dicen sin pudor: "No sé qué hemos hecho mal para que nuestra hija sea lesbiana", son para él indicadores de que queda mucho por hacer y lo compara con la lucha por la igualdad de la mujer: "La ley es un punto de partida, no de llegada". No en vano el lema de este año del Orgullo es Escuela sin armarios. "En este país falta educación sexual, en general", dice. Antes de volcarse en la organización del festival (con 40.000 euros de media de presupuesto principalmente aportados por el Ayuntamiento), Peinado fue cofundador de la revista Zero, donde trabajó hasta 2005. "Luego me compré un portátil y monté el festival cultural de temática gay y lésbica, pero sin Zero nada habría sido igual... recuerdo las primeras cartas que llegaban, eran auténticas confesiones, fue una etapa de mucha intensidad emocional", asegura. Ya calienta motores para coordinar las exposiciones, el teatro, la danza, las presentaciones de libros y los conciertos que recorrerán las galerías y salas de Madrid (más allá de Chueca) desde el martes, con una presencia destacada de Perú y un homenaje especial a Leopoldo Alas, el poeta fallecido el verano pasado. "Me encanta que exista Chueca pero querría que abarcara todo Madrid y poder besarme en cualquier parte, todavía existe homofobia y no quieres ser tampoco un monito".
Festival Visible. Del 16 de junio al 12 de julio. www.festivalgayvisible.com
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