Un rescate a 3.100 kilómetros
Una mujer perdida en Bulgaria pudo ser salvada al avisar a su familia en Madrid
¿Puede organizarse un rescate de una persona perdida a más de 3.100 kilómetros de distancia? La respuesta es afirmativa y el mejor ejemplo se dio ayer con una mujer de 25 años que se perdió en un parque nacional de Bulgaria. La montañera, como no sabía a quién recurrir en esas condiciones, telefoneó a su familia en Madrid que puso en marcha el proceso de rescate.
La historia comienza poco antes de las dos de la tarde. La mujer, cuyo nombre no ha trascendido, estaba por el monte Vihren (2.914 metros). Esta montaña es la parte más elevada que hay dentro del enorme parque nacional de igual nombre, al suroeste de Bulgaria, con 274 kilómetros cuadrados de extensión.
La mujer, que iba acompañada por un amigo búlgaro, se salió de las rutas marcadas para llegar a la cima y se perdió. "Tuvo la suerte de llevar un teléfono móvil con batería y que tenía cobertura", explicó el secretario de la Embajada de España en Bulgaria, José Luis Díaz.
La afectada llamó a sus familiares en Madrid, que se pusieron en contacto con el teléfono de emergencias 112. Los operadores de este servicio contactaron con el Servicio de Emergencias Consulares, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. A partir de aquí, sonaron las alarmas. La Embajada de España movilizó a las autoridades búlgaras que enseguida montaron un dispositivo de búsqueda.
El mayor problema es que la mujer no sabía dar una referencia que permitiera ubicar el lugar en el que se encontraba. Al final, habló de unas torres de vigilancia. "El encontrarla ha sido complicado, porque es una zona con un acceso muy difícil dentro de un área muy grande. Tampoco nos ha sabido dar las coordenadas adecuadas para llegar a ella", añadió Díaz.
La mujer y su acompañante fueron encontrados alrededor de las siete y media de la tarde. Estaban ilesos. Como se les echaba la noche encima y el camino de vuelta era muy difícil, decidieron ir a un refugio de montaña. Tenían previsto pasar la noche y descansar. Allí culminaba felizmente un rescate a 3.100 kilómetros, que es la distancia entre el monte Vihren y Madrid.
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