Poco dinero, pero bien dispuesto

Los inversores continúan apostando en firme por la renta variable y ayer el Ibex 35 consiguió su segundo mejor cierre del ejercicio, con 9.708,40 puntos, sólo superado por los 9.724,00 puntos del pasado día 6 de enero, aunque con datos intradía se han superado los 9.800 puntos.

De poco sirven las advertencias sobre la debilidad de la economía y las dificultades que va a encontrar la recuperación a medio plazo ante una fase de tendencia al alza como la que registra ahora el mercado. Algunos analistas habían pronosticado hace tiempo que el Ibex 35 podría llegar este año a los 10.000 puntos, algo que en estos días parece más posible que nunca, incluso con las incógnitas que plantea el alcanzar un objetivo anual en tan sólo seis meses.

El Ibex 35 se anotó una subida del 0,84% en esta sesión semifestiva, en la que algunas comunidades mantuvieron cerrada la red bancaria. El volumen negociado en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.886,80 millones de euros, una de las cifras más bajas de este año, y con tan sólo 1.730,76 millones de euros contratados en el mercado abierto.

La casi total ausencia de operaciones institucionales o de grandes gestores sorprende en un mercado volcado en los grandes valores y en los productos derivados. De hecho, el objetivo de los 10.000 puntos parece posible únicamente por el impulso de los valores bancarios y de Telefónica. A la subida del 0,84% del Ibex 35 ayer se oponía el 0,49% que subían los valores medianos y el 0,14% de los pequeños, en ocasiones alejados de la corriente dominante.

Los datos económicos conocidos en esta sesión llegaban desde Estados Unidos, en donde las peticiones semanales de subsidio de desempleo dieron una pequeña alegría al mercado al quedarse en 601.000, con 24.000 menos que la semana anterior. Las ventas al por menor de mayo ofrecieron un dato engañoso al crecer el 0,5%, alza que los analistas achacaban casi en exclusiva al mayor precio de la gasolina en ese periodo.

La tendencia alcista del precio del petróleo se mantenía todavía en esta sesión, en la que el coste del barril superaba ya los 72 dólares en Europa y se acercaba a los 73 dólares en Estados Unidos.

A pesar de todo, el ambiente en los mercados de valores no registra ningún tipo de tensiones.