Un torrente hunde a los Lakers
Orlando pone el 2-1 con el mejor porcentaje anotador en la historia de los 'play offs', un 62,5%
La final de la NBA se pone a mil revoluciones. Los Magic han demostrado que son capaces de alcanzar cotas poco vistas y ponerles las cosas difíciles a los Lakers. Vencieron por 108-104 y reducen a un 2-1 la ventaja adquirida por el equipo de Los Ángeles en su cancha. Las 40 canastas que lograron los Magic en sus 64 lanzamientos suponen el mejor porcentaje anotador en la historia de los play offs de la NBA, un 62,5% de acierto (la anterior marca estaba en posesión de los Bulls, que en un encuentro de la final de 1991 contra los Lakers llegaron a un 61,7%). Eso explica buena parte de lo que sucedió en el tercer partido. La otra parte de la explicación trató de brindarla Phil Jackson, el técnico angelino. "Es que Kobe también es humano", convino.
Entre Bynum, Gasol y Odom apenas capturaron ocho míseros rebotes
Bryant, la figura de los Lakers, desperdició, con una pérdida final de balón, buena parte de las posibilidades que tuvo su equipo para culminar una remontada de nueve puntos en el último cuarto y poner un 3-0 en el global de la serie que se hubiera antojado ya casi irreversible. La estadística dice que resulta muy difícil levantar un 2-0, pero los Magic dieron el primer paso y demostraron, como en el segundo partido, que son capaces de luchar de tú a tú con los Lakers.
Entre Bynum, Gasol y Odom atraparon ocho míseros rebotes. "¿Qué tipo de rebotes iban a coger?", se preguntaba al final Phil Jackson. "Metiendo la cantidad de tiros que ellos metieron no hubo muchos rebotes que recoger. Odom defendió a Lewis en la línea de tres puntos". Pero lo que demolió a los Lakers fue el torrencial anotador que se les vino encima, con cinco jugadores de los Magic sumando al menos 18 puntos. Lewis, Howard, Alston, Pietrus y Turkoglu lanzaron con una aplicación y un acierto tremebundo. En el primer tiempo batieron el récord absoluto en los play offs con un insólito 75% de efectividad: 24 canastas de 32 lanzamientos, de ellos, cuatro triples.
"El equipo no sólo resurgió de la frustración del segundo partido que teníamos que haber ganado, sino que además logramos el primer triunfo en su historia en las finales [la anterior la perdieron por 4-0 ante Houston en 1995], y con un gran baloncesto de ataque. Sabíamos que teníamos que jugar así", concluyó Dwight Howard. La estrella de los Magic sólo tiro seis veces a canasta pero, entre su acierto, sus 14 rebotes y que sacó tantas faltas a la defensa de los Lakers que visitó 16 veces a la línea de tiros libres, se erigió en una de las piezas fundamentales de los Magic. "Howard juega con más energía aquí, en su casa. Le permiten jugar con más contacto físico. No le pitan mucha faltas", adujo Pau Gasol, que se alternó con Bynum en el marcaje a Superman.
Alston, el liviano base de los de Orlando, jugó por momentos como quiso entre líneas, como si estuviera en los playgrounds de Nueva York, e hizo mella en las dificultades de Fisher para defenderle. Pese a todo, y pese a que Odom tardó muchísimo en dar señales de vida en ataque, los Lakers evitaron que los Magic adquirieran mucha ventaja. Kobe Bryant empezó como un ciclón y anotó en la primera parte 21 de los 31 puntos con los que concluyó el partido.
Pero los Magic no bajaron el pistón ofensivo y abrieron una grieta de hasta nueve puntos (91-82). Faltaban siete minutos y medio. Era el tiempo adecuado para que los Lakers demostraran su mayor experiencia y, máxime cuando Kobe Bryant regresó del banquillo tras haber gozado de unos minutos de descanso. Funcionó el plan en un primer momento. Los Lakers apretaron las tuercas y Gasol empató el partido a 99 puntos cuando faltaban menos de tres minutos. Y volvió a situar a los suyos a tiro de piedra a falta de un minuto y 22 segundos (102-101). Pero Lewis no falló el siguiente tiro, en una acción inicialmente concedida como un triple pero luego revisada y reconsiderada por los árbitros (104-101).
Kobe falló entonces uno de los dos tiros libres de los que dispuso con 59 segundos por jugarse (104-102), para completar un cinco de 10 en tiros libres, desastroso e inédito en él. Todavía gozaron de una oportunidad los Lakers. Bien punteado por Gasol, falló Lewis la posterior acción. Quedaban 38 segundos, pero Bryant se hizo un lío en un pick and roll con Gasol y perdió un balón que valía su peso en oro. Pietrus no falló desde la línea de tiros libres y los Magic rubricaron un triunfo que les permite seguir confiando en la proeza de remontar el 2-0 con el que viajaron los Lakers desde Los Ángeles. El cuarto partido se juega en la madrugada española del viernes (3.00, Canal +).
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