Alarte anuncia más automía para el PSPV tras el 7-J
El dirigente reconoce el mal resultado pero evita una lectura catastrofista
Las cosas no les van bien a los socialistas. Véanse los 15 puntos que el PP valenciano -en pleno caso Gürtel, con el presidente Francisco Camps declarando ante los tribunales- le ha sacado de ventaja a los socialistas en las elecciones europeas del pasado domingo. "No ha sido un gran resultado", reconoció ayer a regañadientes el cabeza visible del PSPV-PSOE desde hace ocho meses, Jorge Alarte, que evitó a lo largo de su comparecencia hacer una lectura catastrófica de los datos electorales de los que no se siente responsable con menos de un año en el cargo. "Ya sabíamos desde septiembre que nos enfrentábamos a una situación complicada [en las europeas], agregó. A la secretaria de Organización, Elena Martín, le costó menos reconocer unas horas antes que "no eran satisfactorios".
El líder rendirá cuentas el próximo 27 de junio ante el comité nacional
"Vamos a seguir trabajando al servicio de un cambio político en esta comunidad", anunció Alarte, al que últimamente hasta en su partido le reprochan la falta de discurso político. Y dijo más. "Vamos a ser autónomos en la definición de nuestras estrategias, de todo y de todos", agregó el secretario general del PSPV. ¿En qué sentido? En uno doble: por un lado, no está dispuesto a que el PP le marque la agenda política -"seguiremos preguntando por los escándalos del señor Camps", subrayó el dirigente a pesar de que el caso Gürtel no le ha supuesto desgaste alguno al PP valenciano. "No les vamos a dejar que italianicen la vida política valenciana", dijo-. Y por otro, Alarte valoraba con un grupo de la dirección la pasada noche electoral la elaboración de una estrategia política autónoma del PSOE que tenga visos de prosperar como alternativa al Gobierno del PP. Y en el fondo de este debate, dos posibilidades: una más radical, que pasaría por armar una opción política al margen de Ferraz, como piden unos, u otra más moderada que consistiría en pactar las discrepancias con Madrid.
Alarte no mencionó este debate ayer ante los periodistas, pero sí aclaró que, aunque el proyecto ideológico del socialismo valenciano es el del PSOE, éste se interpretará "evidentemente en clave valenciana y al servicio de los valencianos", aseveró.
Otros sectores del partido fueron más críticos con los 15 puntos de diferencia que el PP de Camps le ha sacado al PSPV de Alarte. Francesc Romeu, que disputó junto a Joaquim Puig -y perdieron por un margen estrecho- la secretaria general del partido a Alarte en el congreso de 2008, pedía ayer en su blog que se ponga fin a la "apatía" que padece el partido y reclamó que se dote a la ciudad de Valencia de una estructura de partido estable -está gobernada por una gestora desde hace meses- y que se convoque una conferencia política tras el verano que reafirme el discurso político del PSPV.
En Ferraz -sede nacional del PSOE- están preocupados por la situación en Madrid y Valencia. El análisis desde allí es claro: el PP ha convertido a Camps en una víctima por su imputación, con lo que ha movilizado a todo su electorado. El PSOE ha hecho una campaña de europeas sin ningún matiz autonómico, a lo que se ha sumado el desgaste de la crisis económica. Y así es difícil remontar resultados. Además, el PSPV tampoco ha sido capaz en ocho meses de hacer una transición de la estructura comarcal a la provincial. La sensación ha sido la de un partido desmantelado. En Alicante, un dirigente socialista se quejaba: "Debían nombrar coordinadores comarcales y no lo han hecho", informa Ezequiel Moltó.
En Castellón, el PSPV presentó una queja en Sant Jordi tras comprobar que 4 ciudadanos extranjeros que acudieron a votar se encontraron con que ya habían ejercido su voto por correo, informa María Fabra.
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