"No queremos que se pierda el Mundial"

La figura pálida de Andrés Iniesta enfundada en el nuevo chándal blanco de España le confirió un aire espectral cuando apareció por la rampa con paso lento y cara de sufrir un ataque de melancolía. La concentración con la selección nacional del media punta del Barcelona duró menos de un día. El tiempo que le tomó llegar a Las Rozas, reencontrarse con sus colegas, cenar, dormir, someterse a una exploración por parte de los médicos, comer y despedirse. "Ha sido un palo", dijo, "pero no me queda más remedio que aceptarlo". Vicente del Bosque, el seleccionador, eligió para sustituirle al valencianista Pablo Hernández.

Óscar Celada, responsable de los servicios médicos de España, fue tan tajante como los médicos del Barcelona hace una semana: "Andrés tiene una lesión muy delicada. Los riesgos de que sufra una recaída son altos si no se recupera con mucho cuidado. No podemos asumir el riesgo de que recaiga porque estaríamos perjudicando al Barça y a nosotros mismos. En este tipo de lesiones, una complicación podría hacer que se perdiera el Mundial".

"Los riesgos son altos si no se recupera con mucho cuidado", dice el doctor

Celada "No quiero debates. No hay más remedio que aceptarlo", asume el centrocampista

Iniesta sufre una rotura en la zona más peliaguda del recto anterior del cuádriceps, el músculo que los futbolistas emplean para golpear el balón. En el corazón del recto anterior, insertado como una médula cartilaginosa, está el septum. "El septum es el tabique que va por dentro del recto, en el que se van uniendo las fibras del músculo", explicó el doctor Celada; "este tabique, a diferencia del músculo, tiene menos irrigación, menos elasticidad, menos vida. Por eso, cuando se rompe, resulta más difícil su cicatrización que la del músculo propiamente dicho".

Los médicos de la selección argumentan que, a pesar de conocer el dictamen del Barça, hicieron viajar a Iniesta hasta Madrid porque querían reconocerle directamente para hacerse una idea más clara del problema. Celada coincidió con sus homólogos azulgrana: "Es una lesión engañosa porque te permite seguir jugando. No te invalida. Puedes correr con normalidad. Tú no notas que estás roto hasta que golpeas el balón porque en la acción del remate es cuando tienes que poner en funcionamiento el músculo. Eso le pasó a Andrés en la final de la Champions".

"Hay precedentes que recomiendan una gran cautela en la recuperación de este músculo", continuó Celada; "Prosinecki y Woodgate son los más conocidos. Andrés ya sufrió una lesión del septum de la pierna derecha en octubre y los médicos del Bar-ça le estuvieron reteniendo para que no volviera porque él sentía que estaba bien. Ahora se ha roto otra vez, pero no en la vieja cicatriz, sino en un lugar diferente".

Iniesta se recuperó de la rotura de octubre y alcanzó un gran nivel. Pero frente al Villarreal, en el Camp Nou, sintió un pinchazo en la misma zona. Los médicos del Barça sólo pudieron ponerle a punto para que fuera titular en la final de la Champions. Pero a los 20 minutos de partido volvió a sentir el tirón del desgarro. Acabó el encuentro, pero no remató ni una vez. Desde entonces se ha mantenido inactivo.

El futbolista, de 25 años, no ocultó su malestar durante la breve conferencia de prensa que ofreció para despedirse. "Es un palo por cómo me ha ido la temporada", dijo, "y por las ganas y la ilusión que tenía de jugar la Copa Confederaciones con la selección. Pero no hay más remedio que aceptarlo. No quiero que se haga ningún debate. La selección quiere que esté en ella y yo quiero estar, pero no hay otra alternativa. El Barça me quiere como jugador y como persona. Las cosas están claras".