_
_
_
_
ÁREA DE META
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Este cuento de los fichajes

Andoni Zubizarreta

Acabamos de finalizar la temporada cuando ya se da el pistoletazo de partida de la siguiente. No han pasado ni 24 horas del final de esta 2008-09 para que ya estemos enfrascados en lo que pasará en la 2009-10. Sólo algún detalle, al estilo de los flecos de las negociaciones, nos unen a la actualidad: el dolor de la afición bética que, desconcertada, busca a quién adjudicar el descenso de categoría. Un equipo grande, de enorme e inquebrantable afición pero que hace ya años tomó un rumbo equivocado que le ha llevado a Segunda. ¿Servirá todo ello como catarsis para el cambio?

A uno le gusta pensar en positivo y es por ello por lo que creo que estos malos momentos deben de llevar a puntos de inflexión positivos. Y, si no, tomemos el ejemplo del Real Madrid. Ha sido el equipo blanco el que, tras tiempos de turbulencias, ha comenzado a dar los primeros pasos de un proyecto que busca, ni más ni menos, devolver al club a su estadio deseado: primer equipo del mundo.

Hace unos años, ante una temporada nefasta, los clubes grandes respondían acudiendo al mercado para recomponer su plantilla y su prestigio a base de adherir algún crack futbolístico que sirviera para renovar el carné de los sueños de los seguidores. Se decía que esta técnica hacía que el producto se encareciera, pero no importaba, había que demostrar de forma contundente que el futuro comenzaba justo en ese momento, cuando la estrella futbolística decía aquello de que "Mi ilusión de siempre ha sido el jugar en... [ponga el equipo que prefiera]". Bueno, pues hasta en esto el Real Madrid ha optado por una solución novedosa y comienza a reconstruir su proyecto desde la más alta casilla de su organigrama como club: la presidencia. No se tiene noticias del costo de la cláusula de rescisión de Florentino Pérez, pero parece que todo el mundo está de acuerdo en que era el crack que el club necesitaba.

A partir de su designación, toda una cascada de nombramientos en el orden debido, dejando para el final lo que se entiende que convierte en hechos las palabras del nuevo dirigente, refiriéndose a que hay que devolver al club a su auténtico nivel de grandeza: fichajes, jugadores, figuras del balompié. ¿Se podría sustanciar este cambio de otra manera? O dicho de otra forma, ¿se podría sustanciar este cambio con otros argumentos? Estoy seguro de que el cambio dentro de la casa madridista va a ser notable y que sólo será visible en su parte más espectacular como es el terreno de juego. El reto está en conseguir las condiciones necesarias para que el talento que se va a incorporar al césped tenga las dosis necesarias de tranquilidad y confianza para que pueda dar su máximo y algo más. Si quieren un ejemplo claro, no hay más que mirar el cambio sustancial de la plantilla del Barcelona entre mayo de 2008 y 12 meses más tarde.

¿Cuántas variables de esa tranquilidad están en manos de los dirigentes del club y cuántas se escapan de su ámbito de influencia? Si decíamos que el margen para un equipo que acaba de lograr un triplete histórico es de tres partidos, me pregunto de cuántos dispone el proyecto madridista.

El reto es extraordinario y seguro que la magnitud de la respuesta estará en consonancia con su dificultad. Tiempo al tiempo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_