El pionero sigue en buena forma
A principios de 2008 Asus se inventó un nuevo concepto de ordenador, entre el enano y el portátil, el llamado en inglés notebook y en español miniportátil. El gancho era el kilo de peso y los 300 euros de precio, más o menos. Su éxito fue tan rápido y tan grande que reimpulsó la industria del ordenador, en medio de la crisis económica mundial. Un año después no hay empresa de ordenadores, incluso de electrónica, que no tenga su modelo miniportátil: HP, Dell, Acer, Toshiba, Samsung... hasta el punto de que el liderazgo de Asus en este segmento se ve amenazado por la llegada de estos fabricantes.
La marca asiática, sin embargo, sigue renovándose a una velocidad endiablada hasta el punto de comprobar que el Asus de hace un año nada tiene que ver con el actual que se vende en las tiendas españolas. Mientras que el precio se sigue manteniendo en torno a los 300 euros, la diferencia del tamaño de pantalla (de 7 a 10 pulgadas) a veces lo acerca a la barrera de los 400, como es el caso.
Por muchos modelos que salgan, el primer impacto visual y táctil sigue siendo el mismo: una golosina. Llevar en la mano un ordenador es una gozada. Ligero, completo, bonito, práctico. Los que auguraron un éxito breve para este tipo de portátiles se están equivocando. No es ordenador perfecto si se tiene sólo uno, pero sí el segundo o el tercer ordenador de la casa o del individuo.
Todo eso y más es lo penúltimo de Asus, el Seashell, casi un complemento en la indumentaria, un objeto para los que quieren ser mirados. Si por fuera engancha, por dentro no decepciona.
La pantalla es de 10 pulgadas, algo más de la mitad de lo que se está acostumbrado en casa o en el trabajo, pero se supone que es un ordenador para ir de aquí para allá y, por tanto, algo hay que sacrificar.
El ratón incrustado en la base del teclado lleva un puntero táctil con función de lupa. Juntando dos dedos se achica la zona elegida, y separándolos se agranda el texto o la foto que te interesa. No se hace en la pantalla, sino en el touchpad. Es un recurso atractivo, aunque no muy cómodo porque hay que pensar que la pantalla es la que es y al ampliar el texto o la imagen se sale de pantalla.
Llama la atención también su buen sonido externo, gracias a diminutos altavoces instalados en la base del aparato, por lo cual no hay necesidad de auriculares cuando se quiere oír pequeños cortes sonoros. En el mínimo espacio lateral también salen ventiladores que rebajan la temperatura del aparato, ya que el calentamiento ha sido siempre uno de los inconvenientes de los portátiles.
El Seashell, por supuesto, incluye ranuras para memorias de diferentes tipos, y enchufes USB, pero carece, como la mayoría de los notebooks, de un lector de DVD. No todo cabe en 1.100 gramos de peso y en unas dimensiones de 26 x 36 centímetros.
El miniportátil se completa con 170 gigas de disco duro, cámara de 1,3 megas, pantalla de buen contraste en el exterior, Wi-Fi, Bluetooth... todo lo necesario para estar conectado en cualquier parte. Con pilas o con un cargador de batería, muy ligero, lo que finalmente resulta tan importante como el peso del ordenador. De qué vale un ordenador ligero si luego hay que cargar con un cargador pesado. No es el caso del Seashell de Asus.
Producto: Eee PC Asus 1008ha Seashell. Empresa: Asus. Precio: 399 euros.
