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Madrid gasta 330.000 euros al mes en vigilar viviendas públicas vacías

El Ayuntamiento contrata seguridad privada para unos mil pisos

Daniel Verdú

La EMVS (Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo) construye un número razonable de viviendas al año. Algunos creen que deberían ser más. Ellos creen que son muchas: concretamente, el año pasado fueron unas 2.000. Pero no todas se pueden entregar, especialmente ahora que ocho empresas constructoras que trabajaban para el Ayuntamiento han quebrado. Tener pisos vacíos en una promoción terminada o a medio hacer significa tener que contratar seguridad privada. Así, según los cálculos realizados a 20 de abril de 2009, la EMVS se gasta 337.989 euros en vigilantes. Eso son 4.055.868 euros al año, dentro de un presupuesto anual que tiene la empresa pública de unos 460 millones de euros.

El Ayuntamiento alega que la mayoría de promociones donde hay seguridad (46 en total) han tenido problemas porque las promotoras han entrado en concurso de acreedores. Las otras, dicen, son colonias antiguas en proceso de realojo que requieren vigilancia para que no se instalen vecinos ocupas.

"Es un despilfarro. Que en un momento de crisis como la actual que se gasten ese dinero en seguridad es la prueba del fracaso de estas políticas. No puede ser que haya viviendas por entregar cuando hay tanta demanda. Es una pésima gestión", critica el concejal del PSOE responsable de urbanismo, Pedro Sánchez.

Otro de los problemas con los que se empieza a encontrar el Ayuntamiento es que muchos de los adjudicatarios no pueden hacer frente al pago de las viviendas porque el banco no les concede un crédito. Eso demora más todavía la entrada de gente en las viviendas. "Nos piden más tiempo para encontrar un aval. Les damos un plazo de tiempo razonable, pero mientras tanto tenemos que contratar seguridad para la promoción", explica el director general de gestión de la EMVS, Pablo Olangua.

Según los cálculos realizados por este periódico con datos de la EMVS, hay unas 1.500 viviendas vacías. El Ayuntamiento no considera que los 337.989 euros sean un gasto excesivo. Pero aseguran que puede fluctuar dependiendo de las entregas que se hagan. "Unos meses puede ser menos, y otros más", dicen.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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