Artistas y bailarinas en el avión oficial
La oposición italiana pide a Berlusconi que explique en el Parlamento si llevó a bordo del aparato presidencial a sus invitados a fiestas privadas en Cerdeña
¿Utiliza Silvio Berlusconi los aviones oficiales del Estado italiano para llevar a Cerdeña a los artistas, bailarinas y veline (azafatas televisivas) que participan en las fiestas de Villa Certosa? ¿Ha hecho un uso impropio de los bienes del Estado? Estas dos preguntas van a ser presentadas en el Parlamento por el Partido Democrático e Italia de los Valores. Es la última secuela del Noemigate, que ha convertido a Italia en un manicomio (el entorno de Berlusconi desliza incluso la implicación de la CIA) aunque sólo ha destapado un secreto a voces: la habitual mezcla de público y privado de Berlusconi, y su afición a agasajar con festejos a amigos y amigas de la televisión, los negocios y la política.
Un fotógrafo local captó al ex primer ministro checo desnudo
Antonello Zappadu, fotógrafo de Cerdeña, es el último protagonista del caso. Lleva desde 2007 apostándose con sus teleobjetivos en una colina cercana a la lujosa mansión sarda del primer ministro. En ese tiempo, ha tomado "miles de imágenes", explica por teléfono desde Cagliari. En enero hizo el último reportaje y se fue a Colombia, a hacer un trabajo sobre narcotráfico. Al poco de volver, ha visto cómo su archivo ha sido requisado por la policía tras una denuncia de Berlusconi.
Se trata de "13 reportajes, unas 250 imágenes en total", explica. Unas son calientes y otras inocentes. Hay jóvenes en biquini, en top less o tocadas con vestidos casi inexistentes que se duchan en la piscina o bromean con el Cavaliere; otras chicas que a Zappadu le parecen "menores de edad" (captadas tanto en el verano de 2008 como en las vacaciones del último fin de año); una serie muestra a las chicas vestidas de fiesta, y en ellas Zappadu cree ver a Noemi Letizia. Y hay una imagen en la que se ve a un señor desnudo al que el fotógrafo no conocía y que resultó ser, porque así lo ha revelado Berlusconi, el ex primer ministro checo Mirek Topolanek.
Las fotos que más valor informativo tienen ahora son las más rutinarias, las que Zappadu tomó en el aeropuerto de Olbia. En ellas, afirma el fotógrafo, se ve a jóvenes bellezas subiendo y bajando al avión presidencial. "Los desembarcos son continuos, se producen prácticamente cada fin de semana", afirma Zappadu. "Aterrizan los viernes por la noche, o los sábados por la mañana, y despegan los domingos por la noche o los lunes por la mañana. Al principio venían en el Falcon privado de Berlusconi, pero desde que es primer ministro llegan en avión oficial. ¿Que si estoy seguro? En los aviones pone Repubblica Italiana en letras grandes".
En la imagen que ilustra esta página, Zappadu inmortalizó a Mariano Apicelli, el cantante napolitano que ha publicado dos discos con Berlusconi como autor de las letras de sus canciones, desembarcando del avión presidencial. "Ese nombre les ha puesto muy nerviosos", afirma Zappadu, "seguramente porque le citó Noemi Letizia cuando dijo que cantaba sus canciones con Berlusconi".
Zappadu jura que hizo esas fotos, pero dice que no puede darlas porque han sido requisadas. "Hoy [por ayer] han entrado los carabineros en la redacción de E-Polis de Cagliari y se han llevado mis ordenadores, además de mis tarjetas de memoria y las del periódico. No sé por qué. Están hechas en lugares públicos, y obviamente no pueden estar tuteladas por el derecho a la intimidad. Eso demuestra que estamos ante una caza de brujas", afirma.
La historia surgió la semana pasada. La revista Panorama, que forma parte del imperio editorial del Cavaliere, citó a Zappadu para negociar por sus fotos. Éste llevó una muestra de 40 imágenes, y pidió 1,5 millones de euros por la serie. El director de Panorama, Maurizio Belpietro, se puso en contacto con la asesora de imagen de Berlusconi, Miti Simonetto. Horas después, Berlusconi pedía al Defensor de la Privacidad que bloqueara su publicación alegando que violan su intimidad. Al no conseguirlo, su abogado denunció a Zappadu por intento de estafa, y la fiscalía romana ordenó la incautación del material.
La finca ha sido en los últimos diez años un ir y venir de jóvenes bellezas, políticos nacionales e internacionales e invitados VIP, y por tanto una mina para fotografiar, aunque está considerada zona afecta al secreto de Estado desde hace cuatro años. Aznar, Putin, Blair y muchos otros líderes han visitado Villa Certosa. El ex primer ministro checo, Mirek Topolanek, acudió, según Berlusconi, con sus hijos menores.
Las fotos han circulado estos días por las redacciones italianas. Según L'Unità, las más picantes muestran al primer ministro italiano rodeado de varias velinas semidesnudas en un balancín, y hay otra en la que su mano indaga bajo una camiseta. Il Corriere della Sera habla de Berlusconi sonriendo junto a dos mujeres de quitar el hipo, una de ellas tocada con un "minitraje negro".
Berlusconi declaró ayer que las imágenes, "que no valen ni siquiera 10.000 euros", atentan contra el derecho a la intimidad. "Con esta intromisión en la vida privada de una persona, se ha tocado fondo", dijo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.