Superman y los bombarderos
Los Magic de Howard exhiben un arsenal de recursos ante la final contra los Lakers
Los Magic se han erigido en el equipo más admirado en la NBA. Son capaces de jugar rápido y bonito, cuentan con Superman Dwight Howard, son los que meten más triples -una media de 12 por partido- y han eliminado con todos los merecimientos a los Sixers, a los Celtics y a los Cavaliers. No han respetado la jerarquía. Dejaron en la estacada a los campeones en Boston (3-4) y les sobró un partido para dar cuenta de los grandes favoritos, los Cavaliers de LeBron James (2-4, tras imponerse en el sexto encuentro por 103-90). Ante ambos tenían el factor campo en contra, lo mismo que ahora ante los Lakers en la final que comienza en la madrugada del próximo viernes (3.00, Digital+) con el siguiente formato: dos partidos en Los Ángeles, tres en Orlando y, de ser necesarios, los dos últimos de nuevo en el Staples Center.
El conjunto de Orlando ha eliminado a los grandes favoritos, los Cavaliers de LeBron
Pero el factor cancha no parece afectar lo más mínimo a los Magic, que ya en la temporada regular ganaron sus dos enfrentamientos con el equipo de Los Ángeles: el 20 de diciembre por 106-103 en Orlando, y el 16 de enero por 103-109 en Los Ángeles. Llamado a ser el pívot dominante de la NBA, en la línea de la estirpe de Shaquille O'Neal, Howard, con solo 23 años, ha dado un paso adelante. Promedia 21,7 puntos, 15,4 rebotes y 1,8 asistencias en los play offs aumentando su producción en un punto, casi dos rebotes y 0,4 asistencias de promedio y, lo que es más significativo, ha pasado de un 59% a un 64% de acierto desde la línea de tiros libres, su talón de Aquiles. "Es un monstruo", dijo de Superman el técnico de los Cavaliers, Mike Brown. "Hicimos un montón de cosas diferentes para frenarle pero tuvo paciencia y ocho de cada 10 veces realizó la jugada correcta".
Los 40 puntos y 14 rebotes de Howard forjaron el arrollador triunfo de los Magic, que frustraron el ansiado duelo entre Kobe Bryant y LeBron James. Decepcionó el proceder de Lebron. Tras la eliminación de su equipo abandonó la cancha sin felicitar a sus oponentes y se negó a realizar declaraciones. Es la segunda vez que los Magic se meten en la final de la NBA. La anterior, con Shaquille O'Neal y Penny Hardaway en sus filas, fue en 1995 y perdieron por 4-0 ante Houston.
Esta temporada, los Magic no partían entre los máximos favoritos, especialmente cuando perdieron el concurso de su base Jameer Nelson, lesionado. Su relevo, a mediados de febrero, fue Rafer Alston, un jugador surgido de los playgrounds o baloncesto en la calle donde le dieron el apodo de Skip To My Lou y que el año anterior había estado en los Rockets. Junto a él, Courtney Lee. El trío estelar de los Magic lo forman Turkoglu, Rashard Lewis y Howard. El alero turco es capaz de efectuar labores de base. Así lo ha demostrado durante muchos de los minutos más importantes en los play offs. Se ha convertido en uno de los mejores de la Liga por su versatilidad e inteligencia. Lewis está jugando mejor que nunca y en los seis partidos ante los Cavaliers ha anotado 15 triples con un 48% de acierto.
El relevo de Alston es el veterano Anthony Johnson, que cumple su papel sin alardes, y una de las claves del éxito de los Magic es el francés Mickael Pietrus, un tres que ha logrado reducir los daños que podía causar LeBron, y además anotar tantos puntos que en la serie sumó 83, bastante más que los 58 que aportó todo el banquillo de los Cavaliers. El polaco Gortat es el que da minutos de descanso a Howard y completa el banquillo junto a Redick. En definitiva, un equipo de altos vuelos que amenaza el segundo asalto al título consecutivo de los Lakers de Pau Gasol.
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