Dos colegios se oponen a la construcción de un aparcamiento en Retiro

El suelo se levantará en verano, mientras no haya clases, pero los cerca de 1.500 niños que estudian en los dos colegios de la calle de Juan Esplandiú (barrio de la Estrella) sufrirán las obras de construcción de un aparcamiento al menos durante 13 meses más. Por eso, decenas de madres y padres del Ciudad de Roma y el Monserrat se concentraron ayer en el patio del primero de los centros, frente al cual está previsto el aparcamiento público para residentes. Si sus quejas no lo impiden, las máquinas empezarán a trabajar a finales de junio.

"Se han tomado medidas para evitar el impacto de la obra", alegan desde el Área de Obras Públicas del Consistorio. Entre ellas, no comenzar los trabajos hasta que termine el curso, que a finales de verano esté acabado el primer sótano y modificar la posición de las rampas de entrada y salida. "Que en el primer proyecto se hubiera planeado la entrada en la misma acera que los colegios ya da idea de lo que se nos ha tenido en cuenta", replica Mariana Ruiz de Lobera, representante de la asociación de madres y padres (AMPA) del colegio Monserrat, centro concertado con 975 niños de 3 a 14 años.

Las obras, que empezarán en verano, afectarán a 1.500 niños

El proyecto de construcción del subterráneo cumplió su plazo de información pública entre el 28 de febrero y el 28 de marzo y, como repite el Ayuntamiento, no se presentó ninguna alegación. Las AMPAS responden que no se avisó a los colegios.

"Nos enteramos por casualidad", explica Iñaki Iriarte, del AMPA del Ciudad de Roma, centro público con 475 alumnos de 3 a 12 años. "Y empezamos a movilizarnos. En marzo se trató el tema en el pleno de la Junta de Distrito de Retiro y en mayo nos reunimos con Paz González, la delegada de Obras Públicas. Lo único que nos dijo es que las obras no empezarían hasta que acabe el curso".

A los padres no les basta. Consideran que las obran pondrán en riesgo la salud de los menores y su rendimiento escolar. Recuerdan los daños que puede causarles el ruido constante, como los que pone de manifiesto un informe presentado durante el pleno de la junta de distrito: disminución de la comprensión lectora, estrés o dificultades de concentración.

"Incluso la constructora se mostró abierta a cambiar la localización de la obra", explicaba ayer durante la cacerolada de protesta Alejandro Inurrieta, concejal del PSOE en el Ayuntamiento. La empresa adjudicataria, Sacyr, que eludió confirmar su disposición favorable a un cambio de ubicación, seguirá adelante con el proyecto diseñado por el Ayuntamiento.

La obra supondrá 245 plazas de estacionamiento para residentes en el subsuelo de la calle de Juan Esplandiú. "En la zona siempre hay sitio para dejar el coche", añaden los padres de las AMPAS, "y ya hay varios parkings en los alrededores". En las cercanas calles del Pez Volador y Estrella Polar hay sendos aparcamientos para residentes.

"Para el proyecto se hizo un estudio de demanda y la conclusión es que hay 1.333 vehículos que no tienen plaza ni en superficie ni subterránea", aseguran desde el Ayuntamiento.