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Innovar hasta con un solo trabajador

Una buena idea puede poner en el mapa a pequeñas y medianas empresas

Ignacio Zafra

La innovación tiene muchas caras. Puede consistir en la introducción de nanocompuestos en los plásticos para regular la liberación de fármacos de las cápsulas, mejorar la resistencia de los envases ante los gases, y aumentar su biodegradabilidad, como empezó a hacer Nanobiomatters hace cuatro años. O puede servir para diseñar sábanas antiestrés, que neutralizan las cargas electroestáticas que uno va acumulando durante el día por el contacto con electrodomésticos, proximidad a antenas y roce de la ropa: eso hizo Chova, una empresa fundada hace más de 40 años en Tavernes de la Valldigna. O puede ser dar en el clavo en el momento justo, caso de Sistemas Genómicos. Cuando, a finales de los años noventa, se impuso a las empresas de alimentación la obligación de garantizar que no había material transgénico en sus productos (o que representaban menos del 0,9% del total) la compañía instalada en el parque tecnológico de Paterna se convirtió en la única de España que sabía hacerlo.

Los anteriores ejemplos y otros 47 componen Empresas de éxito, decisiones valientes, obra editada por el Consejo de Cámaras de Comercio y por la Generalitat que demuestra que la innovación no solo es posible en las pequeñas y medianas empresas sino que a menudo supone la única vía de supervivencia. Al libro sólo le falta una explicación: ¿por qué se seleccionan estas 50 empresas y no otras?

El volumen reúne firmas históricas, como Importaco o Pikolinos, con otras fundadas hace apenas un año o que cuentan con un solo trabajador. Ese es el curioso caso de NIP, empresa unipersonal creada por una asociación que nació, a su vez, tras un devastador incendio en el entorno de Alcoi. "Tras colaborar en su extinción nos hizo pensar que no todo estaba perdido. Las semillas del subsuelo, más alejadas de las llamas, sí germinarían. El verdadero desastre vendría el segundo año, cuando la segunda generación de plantas no hubiese logrado una adecuada polinización y en consecuencia una adecuada germinación", explican en el libro. La asociación y luego la compañía se dedicó a instalar y mantener estaciones polinizadoras que sustituían a los nidos tradicionales (por ejemplo troncos) en proyectos de la Generalitat, de las universidades públicas, y de las obras sociales de la CAM, Bancaja y Cataluña, así como para fincas de cultivo ecológico de Murcia, Barcelona y Madrid, además de valencianas.

La gama de posibilidades innovadoras es muy amplia. Caben desde empresas como Lumínica, con sede en Agullent, dedicada a la fabricación de velas con valor añadido (por su diseño, olores o composición ecológica) capaz de jugar su carta ante la potencia exportadora china. Hasta firmas como Biótica, cuyos laboratorios están en Vila-real, que ha patentado el primer sistema que permite detectar patógenos como la legionella en solo una hora. O como Abba Gaia, en Paterna, que se dedica a la modificación genética de plantas para que puedan absorber metales pesados procedentes de plantas de tratamiento de aguas residuales.

Tiendas nuevas

La innovación no es solo un asunto de los productores. También puede representar una ventaja clave para una tienda, la razón por la que los clientes volverán o no. Las mismas entidades que editan la colección de empresas innovadoras han hecho lo mismo con un anuario 2009 sobre las tiendas. Y en él se recogen apuestas como la de José Navarro, propietario del gran supermercado ecológico Navarro; hasta Ateneo Cómics, el establecimiento especializado en tebeos y novelas gráficas de Alicante.

Y están Madame Bugalú... y su caniche asesino (tienda de ropa moderna para mujer en el barrio más viejo de Valencia); Douyoubike, (el primer negocio de alquiler de bicicletas de la ciudad, con tres puntos de recogida y entrega, que ha logrado abrirse un hueco en el público local, turistas extranjeros aparte); el primer puesto de tés del Mercado Central de Valencia; Ecox 4d, la primera clínica de Alicante en crear ecografías "en cuatro dimensiones" (algo parecido a grabar un vídeo en el útero de la futura madre); o Magic Wood, un comercio repleto de juguetes solo para adultos (y sin doble sentido).

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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