Blanco acepta tres años de mayor gasto en infraestructuras

Se trataba de marcar las líneas maestras para el resto de la legislatura pero el ministro de Fomento, José Blanco, acabó entrando al trapo que le había enseñado el PP para dedicar 15.000 millones de euros más en los próximos tres años para obra pública. El portavoz del PP en la Comisión de Fomento, Andrés Ayala, le había emplazado a aumentar la inversión en infraestructuras en esa cantidad, en la línea de la propuesta que había hecho su grupo en el debate sobre el estado de la nación de llevar la alta velocidad a todas las capitales de provincia.

Blanco le respondió que aceptaba "hablar" del asunto, que ya lo estaban estudiando, pero que en todo caso la cifra distaba mucho de aquella propuesta, que cifró en 45.000 millones. El Grupo Fomento dispone este año de unos 22.000 millones para inversiones. Luego el ministro aclaró que no tenía una cifra concreta para ese plan extraordinario, que también han reclamado con insistencia las constructoras.

Eso sí, en su comparecencia hizo valer su intención de agilizar al máximo tanto la licitación de obras como la ejecución, "que es la que crea puestos de trabajo". Por ejemplo, la aceleración de obras de carreteras en 60 actuaciones por valor de 600 millones.

Blanco compareció durante cinco horas en el Congreso para explicar las líneas maestras de su gestión y marcar distancias con su antecesora Magdalena Álvarez. Dijo que no se le iban a "escuchar críticas" a ella, pero implícitamente se separó de algunas de sus actuaciones, por ejemplo, su apuesta por la estratégica separación del tráfico ferroviario de mercancías y de pasajeros, pero también el firme y reiterado compromiso de concertar las actuaciones de su departamento con las demás administraciones.

No detalló cuál será el papel de las autonomías y ayuntamientos en el nuevo patrón de gestión de aeropuertos, pero prometió tener "definido" el modelo antes de fin de año. Los diputados agradecieron el diferente talante de Blanco, mucho más político que Álvarez.

El otro eje de la gestión de Blanco será la sostenibilidad del transporte, con la apuesta por el servicio público y el compromiso de implantar planes de movilidad en áreas metropolitanas, en el marco del nuevo modelo de crecimiento económico que propugna el Gobierno. Y por si alguien se había hecho ilusiones aclaró: "Cuando hablamos de economía verde no estamos hablando de sexo".