El presidente de la Fegamp, "asombrado" por la prórroga

"La prórroga no tendrá demasiada trascendencia, el parón inmobiliario se le ha anticipado". Es la sensación del alcalde de un municipio que no es costero, el de Ames, pero que como presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) asegura haber captado "un sentir generalizado" en los regidores afectados. Y a ese sentir se une el de "sorpresa", continúa Carlos Fernández, del PSOE. "Sorpresa, porque Feijóo ha hecho en el Gobierno todo lo contrario de lo que anunció en la campaña electoral".

Se refiere el alcalde de Ames y presidente de la Fegamp a las críticas del PP a la ley que desde 2007 prohíbe desarrollar actuaciones urbanísticas en la franja litoral. "Yo, desde luego, no salgo de mi asombro", insiste Fernández, que asegura tener constancia de que "muchos sectores, sobre todo empresariales y de propietarios de suelo, estaban esperando otra medida". "También los alcaldes esperaban un comportamiento distinto", agrega, por más que la crisis, brutal en el caso del sector inmobiliario, redujera las expectativas de desarrollo urbanístico de la costa de Galicia.

No está entre los sorprendidos por la prórroga otro alcalde socialista, José María García Rivera, de Foz, cuyas discrepancias con la ex conselleira María José Caride fueron tan notorias que el regidor la culpa de su decisión de no repetir como candidato a la alcaldía. "La prórroga no nos molesta, al contrario. Pero otros dijeron que lo iban a cambiar todo y no fue así", acusa.

Suelo ocupado

El de Foz es un caso singular. Tras aprobar inicialmente su plan general, aún inconcluso, el Ayuntamiento concedió licencias para 1.350 viviendas, que fueron impugnadas judicialmente por el Gobierno bipartito. García Rivera no oculta que el suelo susceptible de ser desarrollado en el litoral "ya está construido y ocupado desde hace años". "Queda el rústico, y ese no se puede urbanizar", añade.

La suspensión de licencias acaba de vencer en este municipio de la Mariña lucense. Y su alcalde acaba de remitir una carta a los nuevos responsables de la política urbanística de la Xunta para solicitar "una interpretación menos restrictiva, sobre todo en suelos urbanos". Lo que ocurre es que en Foz, al igual que en la mayoría de ayuntamientos de España, las promociones de 1.350 viviendas como la que le enfrentó con la Xunta son una quimera. Galicia se libró de muchas de ellas gracias a la paralización en el litoral.