Abel rompe el maleficio

Acostumbrado a acumular un fiasco tras otro en el tramo final de las últimas temporadas, a desmoronarse a la hora de la verdad, el Atlético firmó el domingo, frente al Valencia, su mejor segunda vuelta en 12 años. "Y eso que empezamos en la 22ª jornada, con dos ya disputadas", puntualiza Abel Resino. En apenas 15 partidos, el entrenador manchego, con 29 puntos desde entonces en el zurrón, ha superado los números de su predecesor, Javier Aguirre, que en las dos últimos campeonatos sumó 25 y 27. Lo nunca visto desde el curso 1996-97, cuando Radomir Antic alcanzó los 33 y la Liga la disputaban 22 equipos, no 20 como ahora. Por debajo, los 24 que registró César Ferrando en la campaña 2004-05, los mismos que Gregorio Manzano una antes; los 22 de Luis Aragonés en la 2002-03... "Algo es algo. Como poco, ya hemos roto el maleficio", apostilla el cuerpo técnico rojiblanco, "dispuesto a mantener el paso" esta noche en San Mamés.

"Tenemos que salir concienciados de que hay que ganar al Athletic"

"Además, la afición bilbaína reconoce el trabajo del rival cuando es bueno"

¿Por qué ahora y no antes? "Por la mejora física, por adelantar la defensa hasta el centro del campo, por haber recuperado la autoestima...", resumen en el vestuario. "El batacazo en Santander, ese 5-1, sirvió para cambiar el chip", afirma Raúl García. "Lo más trágico fue que el Racing se fue al descanso ganando por 3-0 cuando sólo acertó en 22 de los 60 pases que dio. ¿Conclusión? Fuimos los Reyes Magos regalando una posesión tras otra", observan los inquilinos del banquillo rojiblanco.

Luego, llegaron los gritos del Calderón, las mofas a Pernía en el duelo contra el Sporting, la discordia con la grada... "En cierto modo, todo eso propició también las cuatro victorias consecutivas, que nos metieron de nuevo, 20 jornadas después, en la zona Champions", asiente un ejecutivo del club. "Parece un tópico, pero sales relajado y el rival te pasa por encima. Eso, en nosotros, posibilita que se noten más las carencias, pero no es un problema de actitud, es que se nos va la pinza", zanja Pernía.

"Tenemos que salir concienciados de que hay que ganar al Athletic, no con la mente en otros campos. Mi función, entre otros factores, es la de aislar al futbolista. Ya querrían el Valencia y el Villarreal estar en nuestra posición", recalca Abel, que volvió a dejar una muestra más de sus dotes como psicólogo. "La Catedral es uno de los mejores escenarios de Primera. Su afición anima muchísimo, pero reconoce el trabajo del rival cuando es bueno", abundó. "Aparte de que es lo que opina, de paso relaja el ambiente. A fin de cuentas, el Athletic ya ha terminado la temporada y piensa en la siguiente", opina su entorno.

Tras cuatro años fuera de Europa, el conjunto de Joaquín Caparrós deberá pasar dos rondas previas, y no una como se pensaba, para llegar a la fase de grupos de la Copa de la UEFA. La condición de subcampeón de la Copa del Rey le obligará a debutar el 30 de julio y no el 20 de agosto como tenía previsto, lo que afectará a su pretemporada. "Quizás eso nos facilite un poquito más la victoria. En cualquier caso, es lo que me interesa. Marcar o no me da igual. Forlán está en un momento muy bueno y siempre le voy a apoyar en lo que haga falta para que pueda rebasar a Eto'o", considera Agüero, que ha marcado tres goles en sus cinco duelos con la escuadra vizcaína.

El delantero uruguayo, a una diana de las 29 del camerunés del Barça, cuenta 16 aciertos en los últimos 15 partidos, los últimos seis sucesivos. Para colmo, el Athletic, al que ha endosado siete goles y que no contará con Iraola ni probablemente con Aitor Ocio, es el tercer equipo que mejor se le da. "¿Qué más puedo decir de Forlán? No hay palabras", concluye Abel, que no quiere dar vueltas a su futuro: "Me lo plantearé el lunes siguiente a ganar al Almería en el caso de que nos hayamos clasificado para la Liga de Campeones". Al menos, eso es lo que tiene acordado "de palabra" con el consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, y el presidente, Enrique Cerezo.