Culto al diseño
El Aston Martin V12 Vantage es la última joya mecánica de la marca que utiliza James Bond
Los Aston Martin no son los coches más apropiados para tiempos de crisis, pero la exquisita fusión entre elegancia y deportividad de sus líneas ha logrado que cada nuevo modelo se convierta en objeto de culto. Esa tradición ha situado a la marca británica como un icono del diseño del automóvil, y el V12 Vantage, que saldrá en julio, lo confirma: es uno de los coches más bellos del mundo. Tiene un precio prohibitivo sólo al alcance de privilegiados (187.500 euros), pero constituye un placer para los sentidos aunque no se pueda adquirir nunca, ya sea al verlo pasar o sobre todo si se tiene la suerte de conducirlo.
El V12 Vantage se deriva del V8 Vantage, el Aston más pequeño y asequible (124.000 euros) y es un deportivo biplaza muy compacto. Mide 4,39 metros de largo, 20 centímetros más que un Golf, pero tiene una silueta baja y afilada que entusiasma cuando se contempla al detalle. El frontal, con los faros rasgados y una parrilla muy ancha y baja, refleja el ADN de la marca preferida de James Bond. Y tanto el lateral como la zaga, de trazos armoniosos y a la vez potentes y musculosos, rematan su poderío estético. Se distingue del V8 Vantage por las cuatro tomas de aire de fibra de carbono situadas sobre el capó delantero y otros retoques aerodinámicos. Pero la clave es el imponente motor 6.0 V12 de 517 CV con cambio manual de seis marchas: acelera de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y alcanza 305 km/h. A diferencia de otros superdeportivos de Porsche o Ferrari, Aston prima más el confort que la búsqueda de las máximas prestaciones, y el V12 Vantage permite disfrutar con confort y seguridad todo su carácter y eficaz comportamiento en una atmósfera exquisita que incluye el diseño y los materiales más refinados. Y este detalle, junto a su inconfundible imagen, es su principal valor, que contrasta con una rentabilidad catastrófica: se fundó en 1914 y hasta 2004 no tuvo beneficios. Ahora en cambio, gana dinero, y a pesar de la caída de ventas -4.500 unidades en 2009 frente a 7.500 en 2007- este año seguirá haciéndolo, según su director Ulrich Bez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.