"Es lo más difícil que he escrito"
No conocía a Luis Montes, el anestesista del hospital Severo Ochoa, de Leganés, acusado por el Gobierno regional de Madrid de sedar sin consentimiento y provocar la muerte de enfermos terminales, pero fue tal su indignación ante el acoso sufrido por los médicos que no dudó en rescatar de la memoria su propio caso. El periodista y escritor Jorge Martínez Reverte llamó a sus cinco hermanos para pedirles su consentimiento y su complicidad para sacar a la luz el caso de Josefina. "Es la historia más difícil que he escrito y en la que menos he tardado. Me sabía la historia de memoria. La tenía guardada en el disco duro".
Josefina era la madre de los Martínez Reverte, a la que uno de sus hijos ayudó a morir dignamente cumpliendo así su deseo. Enferma de cáncer, el "encargado de cumplir los terribles encargos de Josefina", como se le denomina en el texto, inyectó en el suero la dosis del combinado que haría de su muerte un tránsito indoloro y dulce. Josefina tenía 75 años. Su historia fue escrita por Jorge Martínez Reverte en un reportaje que bajo el título Una muerte digna fue publicado el 3 de febrero de 2008 en EL PAÍS. "Me extrañó que se publicara en la portada de ese domingo y a cinco columnas. Todavía hoy me sigue extrañando".
"A mi madre le hubiera gustado que se contara su historia"
"Me irritó bastante lo que estaba sucediendo con Montes. Le sometieron a un acoso brutal. Como si él y su equipo fueran una pandilla de asesinos de ancianos", recuerda el escritor y periodista, quien en el artículo no nombró a la anestesióloga que colaboró con ellos, pero ayer sí quiso mencionar expresamente a Inmaculada de la Hoz.
Todavía se extraña el periodista, nacido en Madrid en 1948, del vacío legal que existe en España sobre la muerte digna. "Lo importante es que se sepa cómo tiene que funcionar esto en una sociedad democrática y civilizada. No es excusable que no se legisle en serio. Es lo mismo que pasa con el aborto. No entiendo estas actitudes timoratas".
Al contrario de lo que ocurrió con el equipo del hospital de Leganés, Martínez Reverte no sufrió ningún tipo de persecución tras la publicación del reportaje. "Estoy convencido de que a mi madre le hubiera gustado que contara su historia. Eso sí, es algo que no puedo constatar".
Quizá al doctor Montes también le gustó el reportaje. Pero nunca se lo dijo a su autor. Sólo cuando se hizo público que había sido merecedor del Premio Ortega y Gasset le escribió a Martínez Reverte. Fue "una carta muy cariñosa".
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