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Entrevista:ADOLFO SUÁREZ ILLANA | Premio Ortega y Gasset de Fotografía

"No soy pijo en absoluto"

Pregunta. ¿Lo suyo es como para que le premien?

Respuesta. No. La que ha resultado premiada es la foto, no tanto el autor, porque evoca el cariño de esos dos personajes.

P. No sé si será buen fotógrafo. Pero ¿no se dio cuenta de que su padre y el Rey estaban de espaldas?

R. No. Estaba tan absorto en hacer algo medianamente aceptable que ni me di cuenta hacia dónde miraban [ríe].

P. Espaldas por espaldas, ¿mejor su foto Suárez-Borbón o la Bruni-Ortiz?

R. Depende. Como fotógrafo, a mí la mía me gusta mucho; como hombre, la otra es muy atractiva.

P. ¿Si Sarkozy llega a venir antes le hubieran levantado el premio?

R. No lo sé. Habría que preguntárselo al jurado.

P. Ser fotógrafo es para usted un charco más. ¿Se aburre como abogado, político o torero?

R. No me aburro en ninguno de esos momentos. Pero me gusta llenar el tiempo, buscar retos, y aprender cosas. La fotografía es una afición desde muy pequeño.

P. ¿No vive de ser hijo de?

R. Sí. Llevo 45 años siendo el hijo de Adolfo Suárez. Estoy acostumbrado y, además, es un orgullo.

P. ¿Sigue pensando, como en su campaña autonómica en Castilla-La Mancha, que "el linaje" es un puntazo?

R. Sí. Lo que pasa es que, cuando tienes enfrente a un adversario que tergiversa todo [José Bono], se pueden entender las cosas de forma distinta. Dije que, cuando perteneces a un linaje como el mío, no hay mejor cosa que presentarse a unas elecciones, en contraposición a aceptar un cargo a dedo.

P. Porque imagino que no se considera un pijo.

R. No soy pijo en absoluto. Se me malinterpretó. Lo dije de una forma desafortunada, por eso no se entendió bien.

P. Javier Arenas dijo que usted era un triunfador nato. ¿Pedazo de gafe?

R. No. Habría que preguntarle a Javier qué entiende por triunfador. Perder unas elecciones contra Bono en 2003 no creo que sea algo deshonroso. Y parece que, si no se gana, no hay triunfo.

P. ¿Aznar le utilizó o usted iba como una moto?

R. No sé si Aznar me utilizó o no. Yo acepté una candidatura que nadie quiso, la peleé lo mejor que supe y pude, y no se vio oportuno que yo liderara el proyecto durante cuatro años.

P. ¿Qué recuerda de su infancia en La Moncloa?

R. Muchas cosas: el enorme cariño de los guardias civiles, la imagen de estar paseando con mi padre en bicicleta, el 23 de febrero...

P. ¿Le apetecería volver, o tiene que hacer cola, tras Rajoy, Aguirre, Gallardón...?

R. Yo he ido volviendo a La Moncloa durante estos años. Pero no estoy en ninguna cola, por ahora.

P. He leído su poemario Sueños. No es para tirar cohetes, pero a usted se le ve muy lírico.

R. Mi imagen lírica la llevo conmigo siempre. Otra cosa es que, al ser político, la gente se fija más en otras cosas. Y tú no vas recitando poemas por los mítines.

P. Como poeta, ¿se ve más cerca de Bécquer o de Alberti (con perdón por el comunismo)?

R. De Bécquer. Dejando el comunismo al lado.

P. Abandonó los ruedos el año pasado, y dice que ya sólo torea en la intimidad.

R. No he dicho en la intimidad, sino a puerta cerrada [ríe]. Que conste en acta.

P. ¿Ya no puede prometer y promete con la espada?

R. Sí, sí. Yo puedo prometer y prometo muchísimas cosas. Y pienso seguir toreando mientras el cuerpo y el corazón aguanten.

P. Dígame tres políticos españoles que le gusten.

R. Nicolás Redondo Terreros, por el que siento un afecto enorme; me encanta Jaime Mayor Oreja y, por ejemplo, José María Fidalgo. Creo que es un personaje que también merece respeto.

P. ¿Quién es el mejor diestro de la política actual?

R. Si estuviera en activo diría que yo. Al que sí le gustaba era a José María Álvarez del Manzano, que toreaba muy bien becerradas. Y el único político, que yo sepa, que se ha puesto delante de un toro ha sido mi padre.

P. Para ir por la vida, ¿prefiere el capote o la muleta?

R. Yo soy más de muleta. Prefiero enseñarme y jugármela.

P. ¿Donde pone el ojo pone el estoque?

R. No siempre. Hay veces en las que pincho en hueso. Pero normalmente he tenido suerte.

P. ¿Cuál ha sido su peor plaza?

R. A mí la vida me ha tratado bastante bien, y me considero un privilegiado.

P. No le veo muy de soltarse el pelo.

R. No, no. Además, como tengo un pelo bastante fuerte, mejor que esté sujetito y corto.

P. De pequeño quiso ser militar y cura. ¿Lo que se perdieron el clero y el Ejército?

R. Sabe Dios. Y nunca mejor dicho.

Adolfo Suárez Illana, con la cámara con la que retrató al Rey y a su padre, foto galardonada con el Ortega y Gasset.
Adolfo Suárez Illana, con la cámara con la que retrató al Rey y a su padre, foto galardonada con el Ortega y Gasset.BERNARDO PÉREZ

Perfil

Tiene 45 años, dos hijos y una vida en la que está omnipresente su padre, el ex presidente Adolfo Suárez. Come con él a diario y lo pasa "fenomenal". Disfruta en el campo con su mujer y sus niños. Cazador empedernido -"si eso es pecado, tengo el alma negra como un grillo"-, dice que "puede quedar redicho"; ya de niño escuchaba a Beethoven y a Puccini. Su

primer recuerdo literario, Little Kipling. Esquía y juega al tenis.

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