La afición del Athletic llena el río

Higinia y Josean, llegados desde Uribarri, Bilbao, nunca habían estado en Valencia, pero ayer por la tarde no se movían del cauce del río Turia. "Visitaremos el casco antiguo, pero aquí estamos como en casa". Allí, junto al puente de las Flores, en una enorme carpa rojiblanca, se daban cita cientos de aficionados del Athletic, que hoy serán miles, para acompañar a su equipo en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona que se disputará en Mestalla esta noche. Estaban eufóricos. ¿Esperanzados? "Sí, sí, vamos a ganar", dice Josean. Quieren hacerlo 24 años después. "Tenemos que llevarnos la Copa a Bilbao, el Barça se juega muchas más cosas; que dejen algo para los demás", apunta Higinia.

Desde su inauguración ayer a las 13.00, a cargo del presidente del club, Fernando García Macua, y del mítico guardameta José Ángel Iríbar, el punto de encuentro de los seguidores del conjunto bilbaíno es una fiesta. Se brinda con txakoli. La música no para. Tampoco los cánticos. Se proyectan partidos con historia. Se venden como churros unas camisetas con el lema beti zurekin, o lo que es lo mismo, siempre contigo, creadas expresamente para la final de hoy. Y con los 65.000 litros de cerveza disponibles se combatirá el calor.

Aunque es imposible cifrar de cuántos aficionados se compone la marea rojiblanca, se calcula la llegada de unos 35.000, a pesar de que solo unos 15.000 tienen entrada. Nerea, Mikel y su bebé Iker viajaron de Bilbao a Valencia sin entrada. Pero no les importa. "Si se gana, esto va a ser el éxtasis", dice Mikel. Ayer por la tarde esperaban a una veintena de amigos. "Yo soy socio del Athletic, pero no me ha tocado entrada, ellos sí vienen todos con la suya", apunta.

Y entre el tumulto, una rareza: Carla, de 18 años, de Castellón y ataviada con una bandera rojiblanca y una camiseta de Fernando Llorente. Se lamenta, porque tampoco ella tiene entrada. Pero está encantada entre los leones. ¿Por qué es del Athletic? "A mi abuelo le gustaba mucho Zarra. Y me hablaba de él. Luego apareció Julen Guerrero. Y ahora Llorente".

Carla y otros tantos miles de aficionados esperan con ansiedad la final de hoy. Entre ellos, Iríbar, que no se atreve a dar un pronóstico: "Queda lo más difícil. Pero todos los que han venido a Valencia aportan algo de fuerza al equipo, porque saben que se enfrenta a un rival extraordinario, quizá el mejor del mundo".

El Barcelona, que aspira al triplete, aterrizará hoy en Valencia, como la mayoría de sus seguidores, que tendrán en Tarongers su zona de reunión. Allí espera otra fiesta, la de los blaugrana, también con ganas, después de haber tenido que esperar a cantar el alirón por la Liga el domingo pasado.