Un gigante con pies de barro
Yao Ming se lesiona de nuevo y los Rockets quedan diezmados ante los Lakers
Ron Artest, el chico malo camino de la redención, ni corto ni perezoso, empuñó el micrófono ante los 20.000 espectadores que llenaban el Toyota Center de Houston, y lanzó el desafío. "No estoy contento simplemente por haber pasado la primera ronda. Nuestro objetivo no son los Lakers, ni los Celtics, ni los Cavaliers. Ha sido un largo camino para llegar hasta aquí. Es el principio del final del túnel". Eso dijo Ron-Ron el pasado 30 de abril, nada más consumarse la clasificación de los Rockets para la segunda ronda tras eliminar a los Blazers. Después de 12 años sin ser capaces de pasar esa primera ronda, las expectativas eran máximas en Houston. No importaba ni la baja de Tracy McGrady, un all-star, sin el que de hecho el equipo de Rick Adelman ha rendido estupendamente, ni que el rival que les esperaba a la vuelta de la esquina fueran los Lakers. Además, la cosa empezó de manera inmejorable, con un triunfo en el primer partido en Los Ángeles. Los Lakers reaccionaron y ganaron los dos siguientes. Pero lo peor no fue eso. Lo peor, el mazazo, ha sido la confirmación de la importante lesión de Yao Ming en el tercer partido.
El chino ya había sido baja en los 'play offs' de 2006 y 2008 por lesiones en los pies
El 'pívot' había asumido el liderazgo de un equipo sojuzgado por los egos del vestuario
El pívot chino, de 2,29 metros, sufre una fractura en un hueso del pie izquierdo y no podrá volver a jugar hasta dentro de tres meses. Un jarro de agua fría para los Rockets. Sin el concurso de su jugador más importante, se adivina poco menos que una misión imposible eliminar a los Lakers. Prosigue la maldición desde que la franquicia de Houston eligió a Yao Ming en el número uno del draft de 2002. Desde entonces jugó cuatro veces los play offs pero en ninguna de ellas paso de la primera ronda. Yao Ming ya se perdió igualmente por sendas lesiones en los pies los play offs de 2006 y 2008. Primero se rompió un metatarsiano en el pie izquierdo y después, meses antes de los Juegos Olímpicos, sufrió una fractura por estrés, como no, en el maldito pie izquierdo. Tras ser operado, llevó a cabo una rápida recuperación en China y llegó a tiempo para disputar los Juegos con la selección de su país. Los Rockets, que hubieran preferido que descansara durante el verano, tuvieron que plegarse a la voluntad de su estrella y de la federación china.
Jeff van Gundy, el entrenador de los Rockets hasta 2007, estaba convencido de que el tímido Yao Ming había dado el paso al frente imprescindible para asumir el liderazgo de un equipo sojuzgado en aquella época a los egos de jugadores como Steve Francis o Cuttino Mobley. Incluso Tracy McGrady, otro jugador que siempre tiende a absorber el juego, se declaró más tranquilo por estar en la escuadra junto a Yao Ming. "Antes, cada vez que yo jugaba de manera mediocre perdíamos. Ahora ya no. Es un jugador fenomenal", dijo Big Mac. Ming lo ha demostrado a lo largo de esta temporada en la que ha disputado 77 partidos de la Liga regular y nueve de play offs con unos promedios de casi 20 puntos y 10 rebotes por partido.
La pérdida de Yao Ming se adivina un golpe definitivo para los Rockets que, ya en la primera ronda contra los Blazers perdieron el concurso de su veterano pívot reserva Dikembe Mutombo. Ahora, Rick Adelman, tendrá que replantearse la situación. Sólo dispone de un cuatro titular, Scola, además de Landry y Cook, dos reservas cuya posición natural también es la de cuatro. Falta un pívot, la referencia, el hombre que sea capaz de plantar cara a Bynum y Gasol.
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