Ciudadano y presidente

Del ciudadano Francisco Camps, no interesa quién o quiénes sean sus amigos o si se paga o no sus trajes. Sin embargo, del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, imputado por cohecho, sí interesa que no actúe como si su "reino no fuera de este mundo".

El hacer (el qué y el cómo) del presidente de la Generalitat afecta a la "salud" de nuestra democracia, dado que la legitimidad democrática del presidente Francisco Camps, no le viene dada, solamente, por haber ganado unas elecciones sino, fundamentalmente, porque éstas fueron democráticas. Al igual que el uno no sería uno si no hay un dos, un dirigente democrático no sería tal si no hubiese habido unos ciudadanos con la libertad de no votarle. En definitiva, la "salud" de la democracia, frágil por excelencia, necesita que Francisco Camps, presidente de la Generalitat, con independencia de sus actuaciones judiciales, públicamente ofrezca una explicación de toda la contratación (objeto, importe y procedimiento utilizado) que la Generalitat ha realizado con las empresas investigadas por la Audiencia Nacional. Es más, debería completarse con una auditoría sobre si el coste de la contratación ha sido coherente con el servicio u obra prestados así como con el precio de mercado de los mismos.