"Fui elegido porque no tengo aristas"

Los planes que tenía José Antonio Griñán (Madrid, 1946) han cambiado radicalmente en los dos últimos meses. Cuando creía estar afrontando la fase final de su trayectoria política (ha sido ministro y consejero andaluz), se ha encontrado de sopetón con su mayor reto: la presidencia de la Junta de Andalucía. Sustituye a su compañero y amigo Manuel Chaves, quien estuvo 19 años en el cargo.

Pregunta. ¿Es un presidente de la Junta de Andalucía de transición o de largo recorrido?

Respuesta. Todos los presidentes, todos los políticos somos de transición, porque tenemos oficios temporales, y desgraciado el que piensa que es fijo de plantilla en la política. Pero mi proyecto es de largo alcance.

"Nuestra televisión tiene que difundir que es mejor estudiar que hacer gracias"

"Biológicamente, me veo esta legislatura y la siguiente. Políticamente, más"

"En mi Gobierno tengo carteles electorales por todas partes"

"En el litoral, el discurso del PSOE se ha visto contradictorio"

"No voy a tener la mano tendida permanentemente al Partido Popular"

"A Rosa Aguilar le digo que tiene que hablar del presente y del futuro"

P. ¿Cuánto tiempo se ve como presidente?

R. Esta legislatura y la siguiente. Pero me veo biológicamente, políticamente me vería más. Es decir, si uno no fuera realista y no fuera consciente de sus limitaciones, vería esto como un proyecto de largo recorrido.

P. Últimamente decía que estaba de salida de la política. ¿Por qué ha cambiado sus planes?

R. Las circunstancias son las que mandan y cuando Chaves acepta la oferta del presidente Zapatero, se me plantean unas circunstancias distintas que me obligan a recapacitar. Lo pensé, planteé una serie de condicionamientos que se cumplieron y dije sí.

P. Pero usted se resistió a aceptar la propuesta.

R. ¡No, no!. Pongo condiciones. Para decidirme tenía que contar con el apoyo de las ocho provincias andaluzas, el de la dirección regional del partido y el de la federal. Y si era un apoyo unánime, muchísimo mejor. Éste es un partido muy complejo porque hay mucha discusión. Zapatero es secretario general como consecuencia de una crisis profunda del partido. Chaves es secretario general en Andalucía tras un congreso conflictivo. En estas circunstancias, debía pedir esa unanimidad para acceder a la presidencia. Lo pedí, y se produjo. Lo segundo que pedí es que fuera un proyecto para más allá de estos tres años, y lo tercero era poder hacer mi gobierno.

P. Es cierto que en su proceso de elección ha pasado varios filtros sin que se haya oído ni una voz discrepante. ¿Es el candidato que todos querían o el que menos costuras rompía?

R. Siempre he sido una persona muy leal a mi partido y he estado donde éste ha querido. No soy una persona dentro del partido que concite roces, no tengo aristas.

P. Es de la misma generación política que Manuel Chaves o Felipe González. ¿Es un hándicap en esta nueva etapa?

R. Y de la de Javier Arenas también. Soy de la generación de la transición, que es una etapa histórica apasionante, de personalidades fuertes que marcaron su impronta en la política. Siento un enorme orgullo de ser de una generación que entró en la política más por un compromiso de cambio, de transformación, que por una idea de la política como profesión.

P. ¿Le llega tarde todo lo que está viviendo?

R. He sido diputado andaluz, diputado en el Congreso, siempre como cabeza de lista. Las responsabilidades las conozco. La presidencia de la Junta me obligará a un esfuerzo de presencia en toda la sociedad mucho más intenso del que he tenido hasta ahora.

P. ¿Y se va a sentir cómodo?

R. Me siento cómodo entre la gente. Lo que no me siento cómodo es en las bullas, pero entre la gente y hablando con la gente... Soy un conversador y, además, sé escuchar.

P. Acaba de llegar pero, ¿ha tenido tiempo para pensar en el largo plazo, en su sucesión?

R. No se me ocurre pensar en ello. Tenemos tantas personas solventes en el partido, y afortunadamente ya hay equiparación entre hombres y mujeres, que no hay que pensar en ello. Es que es fácil. Tengo en mi gobierno carteles electorales por todas partes, pero no sólo en primera línea, ¡eh!, puede haber carteles electorales en segunda y en tercera línea del Gobierno. Hay un Gobierno fuerte, con personalidades muy acrisoladas y cualquiera puede asumir enormes responsabilidades.

P. Cualquiera no...

R. Cualquiera de los consejeros que tengo son capaces de asumir grandes responsabilidades. Tengo el convencimiento de que en Andalucía el Partido Socialista tiene más de un repóquer de ases.

P. Usted ha asumido el legado de Chaves, pero también ha marcado un nuevo proyecto. Si tuviera que establecer una diferencia principal entre su discurso y el de Chaves ¿qué destacaría?

R. He dicho las cosas que marcarán de principio a fin mi gobierno. Hay una urgencia, que es salir de la crisis, y en las mejores condiciones. Y luego, dos prioridades. Una, la descentralización política y administrativa, y la segunda, la educación. Los ayuntamientos pueden asumir mejor financiación y más competencias. En la educación, nuestro objetivo es que los valores dominantes sean el mérito, la capacidad, la excelencia, el estudio, el trabajo, la disposición y la disponibilidad.

P. ¿Qué hace falta en educación?

R. No consiste sólo en meter más o menos dinero. Hace falta una alianza estratégica entre padres, profesores, alumnos y administración. Una alianza que sirva para que cualquier chaval sepa que lo que se valora de él es lo que aprende. Me aterra que en los colegios se vea mal a los chavales que estudian, que haya una especie de acoso colectivo a los que mejores notas sacan.

P. En Educación los resultados sólo se verán a largo plazo

R. ¡Me da lo mismo! Ésta no es la Andalucía de hace 20 ó 30 años, ahora hay un nivel infinitamente superior. La formación ha cambiado radicalmente. Pero lo que me da miedo es que nos estemos preocupando mucho por el final, y no entremos en el principio. Nuestra televisión, por ejemplo, tiene que difundir eso también: no se es mejor por salir en televisión haciendo una gracia sino que se es mejor porque has estudiado mucho.

P. Chaves conserva la secretaría general del PSOE andaluz. La bicefalia entre partido y Gobierno en el socialismo andaluz no ha funcionado y ha generado tensiones.

R. Va a funcionar porque me siento muy cómodo con el Partido Socialista de Manuel Chaves. Mi discurso no tiene nada que no sea compartido por la dirección del partido.

P. ¿Tomará el mando del partido en algún momento?

R. No, no será necesario.

P. Las elecciones municipales del 2011, ¿van a ser sus primarias?

R. Las elecciones del 2011 no sé si van a ser mis primarias, secundarias o terciarias. Lo que sí sé es que son unas elecciones muy importantes para el PSOE y que hay que avanzar mucho camino.

P. Por ejemplo entre las clases urbanas, donde han perdido terreno desde 1995.

R. No hablaría solamente de clases urbanas. Hay determinadas zonas geográficas de Andalucía donde hemos tenido más problemas en transmitir nuestro mensaje, que muchas veces se ha visto contradictorio. En el litoral hemos tenido un diálogo complicado con la población, por fenómenos como la inmigración, el urbanismo o el debate de la construcción. Luego hay otras zonas donde efectivamente hay que reconocer que nos han ganado porque el alcalde lo ha hecho bien.

P. Se ha mostrado dispuesto a hacer determinados pactos con la oposición. Desde la mayoría absoluta va a tener que ceder para que no se quede en un brindis al sol. ¿Hasta dónde está dispuesto a ceder?

R. En todo lo que sea para beneficio de los ciudadanos estoy dispuesto al acuerdo. Lo que no voy a hacer nunca es entrar al trapo de la descalificación, la deslegitimación, la crítica fácil o el eslógan.

P. Después de decirle que es un presidente ilegítimo y de boicotear su primer acto institucional como presidente de la Junta, ¿qué espera del PP?

R. Ahí no voy a entrar. Entré en la provincia de Málaga por su alcalde, del PP.

P. Está hablando del alcalde de Málaga, pero le hablo del PP...

R. A los sitios que vaya, mi primera visita va a ser al alcalde, sea del partido que sea.

P. Insisto, ¿qué espera de la dirección regional del PP?

R. Espero que sirva a los intereses de Andalucía, si no, peor para ellos. Lo que no voy a hacer es tener la mano tendida permanentemente si no te hacen caso. Llevo ya veintitantos días esperando la contestación a un documento [las propuestas contra la crisis]. Ya no queda más remedio que volver a reunirse, pero no a una reunión de negociación sino a una reunión de acuerdos. No podemos estar esperando y que cada uno quiera ganar la batalla mediática con ocurrencias.

P. ¿Por qué ficha a Rosa Aguilar?

R. Es una persona capaz, que sintoniza muy bien con mi ideología, con mi proyecto y era una oportunidad que estaba ahí. Ella no se sentía a gusto con el proyecto que estaba desarrollando ni con el desenlace de la última asamblea de IU. Es una persona competente y lo ha demostrado.

P. ¿El fichaje puede envenenar las relaciones con IU de cara a futuros pactos si en 2012 el PSOE pierde la mayoría absoluta en Andalucía?

R. Hay tiempo de sobra para reconducir las relaciones. Desde el punto de vista institucional y de las relaciones, no ha pasado nada más que una persona que no estaba a gusto donde estaba ha venido a un sitio donde está más a gusto.

P. ¿El anuncio de Rosa Aguilar de que va a pedir perdón a Felipe González por sus alusiones al GAL cuando era diputada de IU en el Congreso sirve para eliminar alguna reserva del PSOE con este fichaje?

R. Yo creo que ella no ha hecho ninguna alusión al GAL. Yo estaba en el Parlamento...

P. Sí las hizo.

R. Yo estaba en el Congreso de los Diputados con ella. Había cosas en las que no coincidía en absoluto, pero sí recuerdo que hacía más alusiones a la corrupción que al GAL. Si cree que tiene que aclarar las cosas con Felipe González, no tengo nada que decir. Lo único que le digo a Rosa Aguilar es que tiene que hablar del presente y del futuro.

P. ¿Ve con preocupación el desapego que se percibe en las provincias orientales hacia la autonomía?

R. Se percibe. Ha habido momentos que incluso ha habido políticos que han ejercitado el enfrentamiento, y eso me preocupa. Ésa es una política de campanario que no lleva a ningún sitio.

P. ¿Por qué no ha reducido consejerías?

R. Mi proyecto es descentralizar y tendré que fijar las competencias que ya no va a hacer la Junta de Andalucía y van a hacer las corporaciones locales. Y tendré que fijar lo que hagan los órganos periféricos de la Junta y no los órganos centrales. Eso me va a llevar, inexorablemente, a una recomposición de la estructura de la Junta. Anticipar esto ahora era absurdo. Además, es un Gobierno que tiene un año y modificar la estructura podía ralentizar el funcionamiento de la Administración.