Las bazas de Madrid
Es la candidatura olímpica con más camino recorrido; y con mayor respaldo popular
La comisión evaluadora del Comité Olímpico Internacional (COI), que el 2 de octubre decidirá la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, abandonó ayer la capital de España tras verificar sobre el terreno durante cinco días los datos y argumentos del dossier presentado por la candidatura madrileña. Madrid cuenta con buenas bazas para conseguir ahora, frente a Tokio, Río y Chicago, lo que no logró hace cuatro años, cuando quedó por delante de competidores como Moscú y Nueva York, pero por detrás de París y de Londres, que sería la ciudad elegida.
Ya entonces el presidente del COI recomendó a los representantes de la candidatura madrileña que volvieran a intentarlo en la siguiente ocasión porque desde varios puntos de vista, especialmente los relacionados con las instalaciones y la organización deportiva, Madrid había sido la mejor. Tras no pocas dudas sobre si esperar a los de 2020, se decidió optar por 2016 con el criterio de la ventaja comparativa que suponía tener ya construida o en construcción gran parte de la infraestructura necesaria, muy funcional desde el punto de vista de las comunicaciones, dada la proximidad entre las instalaciones deportivas, la Villa Olímpica y el aeropuerto.
Ésa es una baza esencial, y otra, el entendimiento entre fuerzas políticas e instituciones de distinto signo, con la Corona como factor de conexión, y el alto grado de apoyo popular, del 85% de la población según una encuesta del propio COI, superior al registrado en las otras candidaturas: todo ello como garantía de continuidad del proyecto al margen de vicisitudes políticas. Así lo resaltó ayer la presidenta de la comisión de evaluación.
Un posible punto débil, más implícito que explícito, era el riesgo asociado al terrorismo de ETA. El ministro Rubalcaba lo relativizó ayer dando por seguro que para 2016 la banda habrá desaparecido. Hay razones para pensarlo, pero no deja de ser un pronóstico. Más peso tiene el argumento de que el principal riesgo terrorista no proviene hoy de ese anacrónico residuo, sino del nuevo terrorismo internacional de inspiración islamista que afecta a casi cualquier país. Un día después de la designación de Londres, ese terrorismo golpeó en la capital británica. Si el peligro es ahora común a cualquier país, la ventaja comparativa sería en todo caso la mayor experiencia y dotación de medios para hacerle frente; y en esto España está mejor preparada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.