"¿Y éste es el mejor árbitro?"

Alex Ferguson siempre tiene un motivo para torcer el gesto. Ayer, en el Emirates Stadium, el Manchester United no tuvo piedad con el Arsenal, pero ni por ésas sonrió. Al viejo cascarrabias escocés, cuando no le duele una uña, le duele una muela. Así que esta vez se aferró a la expulsión de Fletcher, que no podrá jugar la final de Roma, para lamentarse.

Es cierto que el encuentro de su equipo había sido fantástico, reconoció, pero en su comentario final se recreó más en la tarjeta roja a Fletcher que en alguno de los muchos motivos que tenía para sonreír abiertamente. "Ha tocado la pelota, la pelota, no a Cesc. Se ve muy claro en la repetición de la jugada por televisión. ¿Y éste es el mejor arbitro del mundo?", escupió el mánager del Manchester, despreciando al italiano Rosetti, el colegiado que pitó anoche y que es precisamente uno de los mejor calificados por la UEFA, por lo que se encargó de la final, entre España y Alemania, en la Eurocopa del año pasado. "Fletcher era importantísimo para nosotros en el duelo decisivo", prosiguió, malhumorado, Ferguson.

Luego, metido ya en los terrenos de los visionarios, no dudó cuando le preguntaron a qué equipo esperaba encontrarse delante el día 27. "Al Chelsea", respondió de forma rotunda. "Hemos visto mucho al Barcelona y, evidentemente, juega a un nivel fantástico, pero tuvo muchos problemas en el partido de ida, en el Camp Nou, y estoy seguro de que los tendrá también en Stamford Bridge". explicó.

El Manchester acumula 18 títulos, seis de la Liga inglesa, en las últimas 11 temporadas, en las que ha disputado 22 finales entre la propia Liga de Campeones, la Supercopa europea, la Recopa, la Intercontinental, la Copa y la Copa de la Liga inglesas y la Comunity Shield. En la capital italiana defenderá ahora el conseguido en Moscú en 2008 en una agónica tanda de penaltis que pudo decantarse precisamente del lado del Chelsea si Terry no hubiera resbalado cuando se disponía a lanzar el presuntamente definitivo: si marcaba, su conjunto habría sido el campeón: la primera Copa de Europa para Londres porque jamás un equipo de esa ciudad ha alcanzado tal honor. Al Arsenal, ayer, le duró el sueño lo que tardó precisamente un londinense, Gibbs, en resbalarse ante Park.

"Cuando eres joven, cometes fallos. Estas cosas pasan a veces. Aprenderá", aseguró al referirse a Gibbs el portero español Almunia, que no empezó muy fino -algo más pudo hacer en la falta ejecutada por Cristiano Ronaldo en el segundo gol-, pero que acabó salvando a su equipo, como en la ida, de una goleada.

Almunia, que está tramitando la nacionalidad inglesa, consideró decisivo ese resbalón en el desarrollo del partido. "Nos ha tronchado. Si regalas un gol, lo pagas", dijo antes de apuntar: "El Manchester es muy fuerte. Ha sido superior en los dos partidos y se merece el pase a la final. Pero, si consigue vencer al Chelsea, el Barça tiene nivel suficiente para ganarle en Roma. Podrán parar a Messi, pero no a todos. El Barça está muy por encima de sus adversarios".