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Reportaje:

Así se portan los 'ciberjóvenes'

Un estudio revela los malos usos de la Red entre los adolescentes madrileños

Pilar Álvarez

Era como un cómic manga, pero con escenas de sexo explícito. Los padres de Eduardo N., de 15 años, lo pillaron conectado a un juego de Internet que no les gustó un pelo. Instalaron una niñera informática para vigilar sus pasos. Ahora la familia le controla. No es lo normal. Ocho de cada 10 adolescentes navegan a solas. Los padres vigilan el tiempo y el tipo de páginas sólo en un 40% de los casos. Y puede haber sorpresas.

En el colegio Las Rosas de San Blas, fueron expulsados hace tres meses tres alumnos por insultar a profesores y colgar sus fotos en Tuenti. Cuando la dirección se enteró, ni siquiera sabían que Tuenti es la red social en Internet donde los adolescentes cuelgan fotos, hablan entre ellos, quedan para salir y a veces, sí, insultan a otros. ¿En qué trampas pueden caer los chicos? ¿Cómo usan el ordenador? El Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid encargó un estudio sobre riesgos y abusos a la fundación para una infancia y adolescencia saludable (CONFÍAS). Entrevistaron a 1.509 adolescentes de colegios de Secundaria. El resultado son seis perfiles de chicos y chicas que van desde el uso responsable al más transgresor. "El informe es la herramienta inicial para diseñar un programa de prevención, no había datos similares", explica el psiquiatra Javier San Sebastián, uno de los autores del estudio.

Más de la mitad de los adolescentes se conecta cada día. Casi todos desde casa. Dos de cada 10 reconocen estar bastante o muy enganchados a Internet. Entran en el messenger, mandan mensajes a sus amigos -el 60% entre una y varias veces al día-, revisan el correo electrónico (40%) y visitan webs (44,5%). Pero también hay malos hábitos, como ver páginas de sexo (40%) o violentas, en las que entraron uno de cada cuatro chicos. Casi el 20% admite haber insultado por Internet (como los chicos del colegio de Las Rosas que tildaron de "pederasta" a uno de los maestros). Son casi los mismos que han sido alguna vez insultados. "La mayoría son a la vez víctimas y agresores", resalta el estudio. Y añade: "quizá muchos lo perciben como un juego más que como un acoso".

Pablo N. de 17 años, chatea y visita su página de Tuenti una hora y media los fines de semana. Sube sus propias fotos. Sus amigos colgaron el vídeo de su viaje a Italia, como el 20% de los adolescentes, que se muestran en sus propias grabaciones en Internet. Pablo cuenta que tiene muchos amigos y que a todos les ha visto la cara "al menos una noche". Los colegas virtuales, explica, no le inspiran confianza. Pero es una relación a la que recurren más del 40% de los jóvenes. Como Marta, de 16 años, conoció a una chica que dice llamarse Paula en un fotolog televisivo. "Comentamos a menudo cosas del programa", asegura. Ningún problema de entrada, según Javier San Sebastián, excepto si se convierte en algo obsesivo. "Si lo primero que hace el adolescente al llegar a casa es encender el ordenador para ver si le han respondido, puede sufrir un enganche emocional", advierte el psiquiatra.

El estudio revela que los riesgos aumentan con la edad. Los estudiantes más mayores (la horquilla va de los 12 a los 18 años, por los repetidores) son los que le quitan más horas al sueño para navegar por la Red. Son los que visitan más páginas de sexo y tienen más amigos virtuales.

Y, pregunta obligada, ¿tiene Internet influencia en las notas de los chicos? Isabel S. de 16 años, pasa cada día "cuatro o cinco horas" delante del ordenador. "Estudio por ordenador, sobre todo biología e historia", explica. Es algo mayoritario, que hacen el 86% de los chavales a diario o varias veces por semana. Y, por lo menos a Isabel, le funciona bastante bien. Su media es de notable. El estudio señala que tanto los peores alumnos como los más empollones usan el ordenador un tiempo similar. Pero sí hay diferencia en cómo lo hacen. Por ejemplo, el 67,6% de los que repitieron curso se conecta una o varias veces al día al messenger frente al 56,6% de los no repetidores.

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"Los menores son carne de cañón"

Beatriz L., de 13 años, puede pasar todo el día sin mirar el ordenador. De vez en cuando busca vídeos en YouTube -el último, el de una canción de REM- y otras veces manda mensajes de correo electrónico a sus amigos. No tiene Tuenti porque su padre no le deja. Además, controla las páginas que visita. "Me pregunta qué estoy mirando, igual que mi hermano mayor, que también me controla".

Los autores del estudio Patrones de uso, abuso y dependencia a las tecnologías de la información y comunicación en menores de la Comunidad de Madrid creen que ese control es bueno para los adolescentes. "Los menores son carne de cañón en las manipulaciones cibernéticas", asegura Javier San Sebastián, jefe de psiquiatría infantil y juvenil del hospital Ramón y Cajal y coautor del informe. San Sebastián asegura que, aunque cada caso es un mundo, los padres deberían estar atentos de la relación de sus hijos con la Red "por lo menos hasta que los chicos cumplan los 16 años".

El informe le ha servido para marcar diferencias entre los chicos y las chicas. El psiquiatra explica que, "en términos generales, ellos son más transgresores que las chicas y buscan más la violencia". Y alerta de "aberraciones" como la venta de órganos por Internet, a la que "se pueden estar apuntando adolescentes justo en este momento sin que nadie lo sepa a su alrededor". Su petición de alerta no se queda sólo en los hogares. También reclama a las administraciones "que divulguen más el uso de las nuevas tecnologías entre las familias y también en los centros escolares".

¿Cuál es el perfil de su hijo?

- 1. Controlados por papá. Son los más pequeños, los dos primeros cursos de ESO. Se conectan de forma esporádica a Internet y poco tiempo. Navegan y usan poco el correo o el messenger.

- 2. Las más correctas. La mayoría son chicas (74,5%). Se conectan varias veces a la semana. Navegan por webs, usan el messenger y el e-mail. No tienen conductas inapropiadas para su edad.

- 3. Algo transgresores. Sobre todo chicos de los últimos cursos de ESO. No tienen ordenador en su habitación. Se conectan en el instituto un par de horas al día. Visitan páginas de contenido sexual y violento. Son los que más miran páginas racistas.

- 4. Buscan violencia. Sólo usan el ordenador en su habitación. Se conectan una o más veces a diario, dos horas en días de clase y más los fines de semana. La mayoría ha visitado páginas con contenido sexual y violento.

- 5. Nombre falso en el 'chat'. Usan sobre todo los fines de semana el ordenador de casa. Más de la mitad tiene amigos virtuales y falsean su identidad en chats o foros. Son los que más visitan webs con alto contenido racista.

- 6. Citados en la Red. Casi la mitad de los casos tiene el ordenador en su habitación, sólo usa Internet en casa y la mayoría se conecta a diario. Casi todos tienen amigos virtuales. Y el 96% ha quedado con alguien que ha conocido por Internet. Falsean identidad en chats y foros, han sido víctimas y agresores en la Red y cuelgan vídeos propios.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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