Panamá se escora a la derecha

El magnate de centro-derecha Ricardo Martinelli ganó ayer las elecciones presidenciales de Panamá con unos 18 puntos de ventaja sobre su más directa rival. Con el 43,6% de los votos escrutados, el presidente del Tribunal Electoral, Erasmo Pinilla, levantó el teléfono mientras las cámaras de televisión filmaban la llamada y se dirigió a Martinelli, líder de Alianza por el Cambio (AC): "Usted es el ganador indiscutible de esta contienda". Su más directa rival, Balbina Herrera, del gubernamental Partido Revolucionario Democrático (PRD), sólo consiguió el 39% de los votos, frente al 57% de Martinelli.

Se confirmaba así lo que las encuestas habían vaticinado: que el multimillonario de centro derecha lograría desbancar del poder a los socialdemócratas de Martín Torrijos. Y eso, a pesar de la innegable popularidad del presidente Torrijos cuya gestión, marcada por los trabajos de ampliación del canal y por el auge económico, cuenta con el respaldo del 54% de los panameños.

La candidata del partido del Gobierno se queda a 20 puntos del magnate

"Le doy las gracias al pueblo panameño y le aseguro que haré un Gobierno de unidad nacional", comentó Martinelli en la breve conversación telefónica que sostuvo con el magistrado del tribunal electoral, informa Efe.

Un total de 2,2 millones de votantes estaban llamados ayer a las urnas en este pequeño y estratégico país de 3,5 millones de habitantes, por donde transita el 5% del comercio mundial.

Tres factores parecen explicar el viraje en el voto. Por un lado, el descontento provocado por la subida de los precios y por una criminalidad rampante. (Pese al crecimiento medio anual del 8,7%, Panamá arrastra aún un índice de pobreza del 28% y profundas desigualdades). Por otro, la vibrante campaña de Martinelli, que ha sabido conectar con las inquietudes sociales. Y, por último, el rechazo que genera Balbina Herrera, de 54 años, veterana política, ex alcaldesa de la capital y ex ministra de Vivienda, lastrada por sus vínculos con el ex dictador Manuel Antonio Noriega, hoy preso en Estados Unidos.

El multimillonario Martinelli, de 57 años, dueño de la principal cadena de supermercados, ha enarbolado medidas sociales para los más desfavorecidos (ha prometido, por ejemplo, una pensión mensual a los jubilados sin prestaciones), mano dura contra la delincuencia y la corrupción, y un impulso decidido a la infraestructura pública, con proyectos como el metro en Ciudad de Panamá o puertos para cruceros. Su prioridad será el impulso a las inversiones, con la firma de un tratado económico preferencial con EE UU y el acercamiento a China (segundo usuario del canal), lo que obligará a revisar la tradicional relación con Taiwan.

A Martinelli le respalda una fama de gestor eficaz, labrada no sólo en su vida empresarial, sino también en cargos públicos, como ministro del canal de Panamá entre 1999 (cuando pasó a manos panameñas en cumplimiento de los tratados Torrijos-Carter) y 2004. En esa etapa, defendió la ampliación de la vía interoceánica, que Martín Torrijos ha materializado y que Martinelli, si llega a la presidencia, deberá concluir.

Los trabajos, con una inversión prevista de 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros), duplicarán la capacidad de tránsito del canal, que hoy es cruzado por 14.000 barcos al año y que en 2008 generó ingresos récord superiores a los 2.570 millones de euros.

Atípico, el magnate pone como modelo al presidente dominicano, el socialdemócrata Leonel Fernández, del que alaba su "centrismo, su atención a los pobres y su apertura a la inversión extranjera". Y critica con dureza a la "izquierda populista con sueños de opio".

Pese a la buena marcha general de la economía panameña, que junto con la chilena ha sido la que más ha crecido en estos dos últimos años en Latinoamérica, Martinelli deberá afrontar una situación marcada por la crisis mundial, que amenaza con rebajar las expectativas de crecimiento hasta un 3%. España es, después de EE UU, el segundo inversor en Panamá. Unas 130 empresas han invertido en ese país casi 2.300 millones de euros.