Tarifas planas y solidarias para combatir la recesión
Las compañías de móvil adoptan precios de 'low cost'
Una oleada de solidaridad ha invadido a las operadoras de telefonía móvil. Reducción de la factura a los desempleados, ofertas para autónomos y pymes y tarifas planas para controlar el gasto están entre las iniciativas de las grandes compañías. Muchos se preguntan si esta nueva guerra de tarifas responde, más que a causas filantrópicas, a una estrategia agresiva ante el temor a que la crisis les suponga una sangría de clientes o, peor aún, un desplome del consumo. Las caídas de ingresos del último trimestre apuntan directamente a esta segunda causa.
Aunque las ofertas se multiplican casi como esporas y es difícil discernir quién abrió el fuego, los primeros indicios de la batalla se remontan al 1 de febrero pasado, con la comercialización por parte de Telefónica de su Planazo 19 euros, que ofrecía llamadas de 10 minutos al día a cualquier operador. Sin embargo, pronto los estrategas comerciales de Movistar se dieron cuenta de que la crisis era más profunda y que para afrontarla había que dirigirse directamente al low cost: llamadas y mensajes casi a precio de coste, sin compromisos de permanencia, pero a cambio de eliminar tanto los programas de puntos como los regalos de terminales.
Movistar, Vodafone y Orange ofrecen ya precios de operadores virtuales
Los clientes deben renunciar al regalo del teléfono en muchos descuentos
Así que, tras las primeras escaramuzas, la batalla a campo abierto se desató el pasado 20 de abril, cuando Movistar lanza su Contrato SIMple: consumo mínimo mensual de 9 euros con llamadas a 9 céntimos por minuto (más 15 céntimos de establecimiento) y mensajes cortos (SMS) a 9 céntimos. Apenas unos días después, el viernes pasado, Movistar complementaba este contrato con Tarifa Plana Fin de Semana, un módulo contratable por cualquier contrato residencial que, por una cuota mensual de 9 euros, ofrece llamadas gratuitas (establecimiento de llamada incluido) los sábados y domingos a cualquier operador con un límite de 500 minutos o 250 llamadas.
Estas tarifas replican (en algunos casos, literalmente) las de los nuevos operadores alternativos (Yoigo y los llamados virtuales, los que revenden el tráfico que contratan a los operadores con red). La filosofía es la misma. En lugar de complicados planes en los que los usuarios deben estar mirando todo el día el reloj para saber cuándo o preguntar a sus conocidos de qué compañía son para saber cuándo llamar, se ofrece una tarifa sencilla y transparente, en la que se conoce el precio de la llamada o el SMS independientemente de la hora o el destinatario.
Vodafone no ha tardado en dar respuesta a Movistar y de hecho asegura que tenía listas sus propias ofertas antes de que Telefónica anunciase las suyas. Su tarifa plana estrella -la SIM Super 90 - 1- es, en realidad, una modificación de una anterior (Vitamina 90 - 1), de la que se ha eliminado la cuota fija mensual a cambio de que el cliente renuncie a la subvención para conseguir un nuevo terminal. Consiste en llamadas a 19,9 céntimos (más 15 de establecimiento) en las que el cliente puede hablar hasta 90 minutos. La oferta se complementa con una familia de tarifas planas, según los hábitos de consumo de los clientes, a través de módulos: sólo voz móvil, por 19,9 euros al mes, y voz fija y móvil, por 28,9 euros. A estas tarifas se les puede añadir Internet y descargas musicales.
Orange también ha reaccionado esta semana. En primer lugar, mediante una oferta para atraer nuevos clientes de prepago, denominada Básico de Orange, consistente en un descuento del 50% sobre el importe de la factura para siempre, manteniendo los beneficios del programa de puntos y las promociones tarifarias. El compromiso de permanencia es de 12 meses.
La segunda iniciativa de la marca naranja es Internet Everywhere Prepago, tarifas planas de acceso a Internet, bien diaria (3,9 euros al día), bien semanal (19 euros), con capacidad de descarga ilimitada, aunque con limitación de velocidad.
Para los parados, las operadoras también tienen su corazoncito. Telefónica ofrece la reducción a la mitad de la factura para todos sus clientes. Vodafone prefiere optar por una cobertura que cubre la factura durante seis meses para los clientes que se queden en paro o tengan incapacidad temporal. Gestos solidarios para evitar morosidad. Y es que los clientes morosos le salen muchos más caros a las compañías que los parados.
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