'Nieto' de Cruyff, 'hijo' de Guardiola

A Xavi no supieron cómo pararle en el centro del campo; a Piqué nadie atinó a superarlo en el eje de la defensa. En el volante empezó todo el juego del Barcelona y en el central terminó el Madrid casi siempre que intentó llegar al área. Uno y otro simbolizaron el encuentro del Barça y el valor de su cantera en el partido más exigente. Lo había pedido Guardiola. "Sólo quiero llegar al avión y estar orgulloso de haber sido fieles a nuestro estilo". Y su equipo lo fue con una victoria para los libros de historia. En la alineación titular figuraron Valdés, Piqué, Puyol, Iniesta, Xavi y Messi, pura denominación de origen de La Masia y los jugadores que le dieron estilo al juego azulgrana. Luego salieron también Busquets y Bojan, sumándose a una fiesta inolvidable. En 1974, el Barcelona marcó cinco goles para una victoria épica en el Bernabéu. Johan Cruyff lideraba al equipo en el campo como lo hizo ayer Guardiola desde el banquillo y Xavi en el césped, tres generaciones bajo un mismo sello.

El medio doblegó al Madrid tocando en corto o en largo, ofreciéndose siempre

El central jugó de manera tan elegante que ni siquiera cometió una falta

Hijo futbolístico del profeta, símbolo de la cantera, Guardiola, el primer entrenador del Barça salido de La Masia, se doctoró con una demostración de juego solemne. Y quien mejor para demostrarlo que Xavi, el pequeño coloso azulgrana. El centrocampista recuperó ocho balones, dio cuatro asistencias de gol y completó 97 pases bien de 108 intentos. El central, inmenso, recuperó otros nueve balones. Una buena dosis de autoestima de cara al trabajo hercúleo que le espera el próximo miércoles. Sin Puyol, sancionado, ni Márquez, lesionado, deberá sostener al Barcelona contra el Chelsea en la Champions. Su progresión esta temporada, desde que regresó del Manchester United, ha sido meteórica: se ha asentado en la zaga del Barça y reclama protagonismo en la selección española. Ayer no sólo cerró las llegadas del Madrid, sino que se permitió incluso culminar la histórica goleada con el sexto gol azulgrana de la noche, su primer tanto en la Liga.

Nadie entre la hinchada azulgrana esperaba una demostración tan dura de poderío. Bueno, tal vez Fusté, el noi de Linyola, centrocampista de referencia en los duros años 60 para el barcelonismo, que antes de empezar el encuentro, después de saludar a su amigo Di Stefano, vaticinó: "Si hacen caso a Pep, hoy ganamos fácil".

Ganó el Barcelona sublimando una idea que enorgullece a su afición. Ayer se decidió la Liga en el Bernabéu y lo hizo el Barcelona con estilo, partiendo de la idea intocable de que para cazar una buena pieza se debe ser valiente, tocar la pelota, buscar la portería, jugar y jugársela. Tenía miedo el cuerpo técnico de que el juego de ida y vuelta de los futbolistas de Juande Ramos se les atragantara, pero Xavi doblegó al Madrid tocando en corto o buscando el pase largo, ofreciéndose siempre al compañero con la solidaridad que se aprende en el fútbol base. Como enseñó primero Cruyff y luego Guardiola en la genealogía barcelonista.

Así llevó Xavi al Barça ante Casillas, con cuatro asistencias de gol para que lo remataran Henry y Messi. Las espaldas las guardaba Piqué, un central rotundo pese a ese aire despistado que aparenta. El central catalán fue tan elegante que ni siquiera cometió una falta.