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Reportaje:

Una ciudad a dos ruedas

Jerez se llena de aficionados para asistir al Mundial de Motos

Y la avalancha motera llegó a Jerez. Máquinas de dos ruedas de todos los tamaños y cilindradas tomaron ayer la ciudad gaditana. En sus lomos, pilotos que han recorrido centenares de kilómetros para participar de una de las mayores concentraciones de Europa.

La Feria de Abril y el buen clima provocaron el viernes la migración de muchos visitantes a Sevilla y a las playas del litoral gaditano. La fiesta motera arrancó en Jerez más fría que en ediciones precedentes. Ayer cambiaron las tornas. Había moteros para llenar las gradas del circuito, las terrazas de los bares y las calles de Jerez y de otros municipios gaditanos de tradicional movida motera, como El Puerto de Santa María, Chipiona o Sanlúcar.

El mundial ya se ha cobrado la vida de dos motoristas de 33 y 36 años

"¡Yo no me pierdo esto por nada del mundo! Llevo todo el año ahorrando para poder estar aquí dos días", vociferaba Julián, un gallego que salía del circuito mirando hacia todos los lados para localizar su moto, perdida en un aparcamiento atestado de vehículos de dos ruedas idénticos a los ojos de un profano. "¡La veo a un kilómetro!", tranquilizaba Julián a su acompañante.

El espectáculo estaba servido en los puntos calientes de la ciudad sede del mundial, donde decenas de chavales autóctonos doblaban los cuellos hasta lo imposible para ver el paso de llamativas motos, más admiradas a medida que incrementaban los decibelios que brotaban de sus tubos de escape.

Tras los entrenamientos cronometrados de ayer sábado había mucho que celebrar. Los pilotos nacionales marcaron los mejores tiempos y en la categoría reina también mandaba un español: Jorge Lorenzo.

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La victoria se veía en las calles, que se preparaban para una de las noches más largas, animada en sus inicios por el Madrid-Barça, que fue seguido de manera masiva en las pantallas gigantes que se colocaron a escasos metros de donde se celebraba el concierto gratuito del argentino Andrés Calamaro.

Ante el aterrizaje masivo de aficionados, los hosteleros empezaron a respirar aliviados. Y es que la sensación que les dejó el viernes no invitaba al optimismo. Los bares del centro no estaban más concurridos que un fin de semana habitual y en las pensiones del casco histórico se seguían ofertando habitaciones.

Para muchos empresarios, una menor caja está de sobra compensada con la ausencia de incidentes en la ciudad. Aunque el mundial ya se ha cobrado la vida de dos motoristas de 33 y 36 años que fallecieron cuando se dirigían al Gran Premio en un accidente ocurrido en la A-394 a la altura de la localidad sevillana de Utrera y dos heridos graves en otro siniestro en las proximidades de Jerez, hasta ayer las instituciones destacaban "la normalidad" en el desarrollo del mundial. Se han contabilizado algo más de 20 detenciones, en su mayoría por tráfico de drogas y conducción temeraria, y decenas de accidentes leves por caídas, intoxicaciones etílicas y agresiones.

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