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La Cámara de Bilbao impulsa una 'facultad' de videojuegos

La entidad cierra un acuerdo con un instituto tecnológico norteamericano

Bilbao podría contar desde septiembre de 2010 con un centro privado de formación en programación y diseño de videojuegos si se cumplen los plazos y los términos anunciados ayer por la Cámara de Comercio y el instituto norteamericano de tecnología Digipen. Ambas entidades han llegado a un acuerdo para impulsar la creación en la capital vizcaína de una escuela, que según el presidente de la Cámara, Juan Luis Laskurain, supondrá "un factor de atracción de talento" y "una buena salida a la actual coyuntura".

La del videojuego es una de las pocas industrias que aún desafían a la crisis. El sector facturó en España el año pasado por encima de los 1.600 millones de euros, un 10% más que en 2007, según el último informe de la asociación Adese, que reúne a desarrolladores y distribuidores. Estos últimos son los que se llevan casi todos los beneficios de un software que se fabrica, generalmente, en el extranjero. La intención de la Cámara pasa por que esa situación cambie "y que Bilbao se convierta en el referente europeo en la producción de videojuegos".

El sector facturó el año pasado en España más de 1.600 millones de euros

El horizonte que se plantean los firmantes es 2020. Mucho antes habrá que obtener los permisos precisos para impartir los nuevos estudios "de tipo universitario" y reunir los "10 o 12 millones" de euros, que Claude Comair, presidente de Digipen, estimó necesarios para poner en marcha el instituto. De momento, ambas partes invertirán medio millón cada una en la sociedad que han constituido. Las clases, si todo va bien, comenzarán el curso 2010-2011 en locales de la Cámara.

"Serán estudios caros, como los de cualquier universidad privada", advirtió Laskurain. Digipen tiene sus campus en Redmont (EE UU) y en Singapur. En ambos lugares, su implantación ha venido sucedida del establecimiento de una industria del videojuego que se nutre de sus licenciados, indicó Comair.

El directivo explicó que su instituto pensaba implantarse en España desde hace tiempo, como "puerta de entrada" al mundo hispano. En cuanto a la elección de Bilbao, citó su carácter "innovador" y un clima que "favorece el trabajo".

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