Las lecciones de Nadal
El 'número uno' del mundo vence a David Ferrer en la final del Godó mientras sigue interiorizando las enseñanzas de su tío y entrenador
Como en el patio del colegio, la bola es de Rafa Nadal. Él elige quién y cómo se juega. Pone las reglas y nadie se lo discute. Y sobre la tierra no tiene rival. "Ahí es supremo", le reconoció Roger Federer desde Roma. Con un tenis sobrio, apoyado en sus hachazos de drive, Nadal se impuso ayer a David Ferrer (6-2 y 7-5 en poco menos de dos horas) y se coronó por quinta vez consecutiva en el torneo Godó. Una lección más de Rafa. Pero no la única del campeonato.
Educado deportivamente en el seno familiar - "fui muy exigente con él de niño", reconoce su tío y entrenador Toni Nadal-, a Rafa nunca se le ve un mal gesto. Al contrario. Como en el primer día de entrenamiento en el Tenis Barcelona. Llegó a la pista 9 -la tenía reservada para la hora que quisiera durante todo el torneo- y estaba mal acondicionada porque no habían pasado la estera. Él, ni corto ni perezoso, la cogió y alisó la cancha por completo.
"Aprende a pelear así", le dijo Toni cuando rompió las cuerdas en un entrenamiento
"Sabe cómo debe comportarse", conviene Toni. Pero fue una lección para los tenistas que jugaron antes y se fueron del recinto enrojecidos. "Claro que hay veces que se equivoca", intercede Toni, "pero lo que más me preocupa son sus rivales".
Y su tenis. Porque antes de medirse a Davydenko en las semifinales le dio otra lección. En un peloteo con su sparring, Marc López, Rafa rompió el cordaje. Al siguiente golpe, como la mitad de los jugadores, soltó una dejada -la otra mitad sube a la red-. "¡No, no!", saltó Toni; "el punto lo sigues jugando. Aprende también a pelear con el cordaje roto". Rafa le miró extrañado. Aunque pronto comprendió. Y durante cinco minutos prosiguió soltando reveses como si nada. Lección aprendida. Las demás las enseñó él en la final ante Ferrer.
Con un drive rompedor, Nadal abrasó al rival en el primer set. Gobierna los partidos por decreto porque nadie le pega más fuerte ni rompe la muñeca como él para abrir esos ángulos imposibles.
"No le puedes dejar bolas a mitad de pista porque te mata", aseguró Ferrer. Pero en la segunda manga espabiló el alicantino, que se metió en la pista y buscó bolas planas, al revés de Nadal y bien profundas. Fregando las líneas. A lo que Rafa, exigido, ofreció su versión más agresiva. "Por eso es el número uno", convino Ferrer. "Por desgracia", apuntó Nadal, "no creo que vuelva a ganar otros cinco godós".
Peor le fue al equipo de la Copa Federación. Anabel Medina, María José Martínez, Nuria Llagostera y Lourdes Domínguez perdieron 0-4 por la permanencia ante la poderosa Serbia de Ana Ivanovic y Jelena Jankovic. España, huérfana de Carla Suárez, baja voluntaria para preparar la temporada de tierra batida, abandona por primera vez en su historia el Grupo Mundial tras haber sido finalista de la competición el año pasado, cuando perdió en Madrid contra Rusia.
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