"Nadal lo aguanta todo"
Davydenko se rinde al 'número uno' antes de su semifinal del Godó
Nada más enterarse de la retirada de Nalbandian por molestias en la cadera, Toni Nadal acudió a la recepción del club de Tenis Barcelona para solicitar una pista de entrenamiento. La nueve, como le gusta a Rafa. "Hacemos trabajo de prevención", asegura Rafael Maymó, fisioterapeuta del tenista. Pero las dos horas ayer a pleno sol, a la espera de medirse hoy a Davydenko (13.30, La2), no se las quitó nadie. Al otro lado de la red, Marc López, su sparring en el torneo. "¡A ver si se me pega algo!", gritaba. Pareció que sí; venció a Rafa en un partido a 11 puntos y no se le borró la sonrisa hasta que abandonó el recinto. "Si compitiera así...", se le escuchaba. A Rafa la derrota no le pesó, pero le preocupó el revés a dos manos, que repitió hasta la saciedad. "Nada serio", reveló su entorno; "es un día para reposar". Lo opuesto que para Nikolay Davydenko (Ucrania; 1981), que se desgastó ante Stepanek (6-7, 6-2 y 6-2).
Lastrado por un problema en el pie izquierdo, Davydenko se perdió los primeros meses de competición. Y no las tenía todas consigo de recuperarse pronto. "Mi hermano Eduard ni siquiera ha venido porque pensaba que regresaría pronto a casa", suelta el tenista, medio en broma, medio en serio. Aunque eso no le impidió alcanzar los cuartos de Montecarlo y ahora las semis del Godó. "Estoy sorprendido; no me lo esperaba", interviene. Pero no alberga esperanzas de batir a Nadal y recurre, como en tantas otras ocasiones, a su ácido humor y cara pétrea. "¿Porcentaje de posibilidades entre Nadal y usted?", le cuestionan. "¿Queréis apostar? A mí no me metáis, ¿eh?...", responde con una sonrisa burlona, sabedor de que fue investigado por presuntas apuestas ilegales. Remata: "Si digo el secreto igual no le gano...".
Davydenko se inspiró desde niño en el juego de Ivan Lendl -"era el número uno"-, y se fijó en Yannick Noah. "Daba golpes locos y su tenis era el más bonito. Pero no puedo jugar como él porque a veces no te debes preocupar por el espectáculo y por divertir a la gente, sino por ganar". Como ante Nadal. "Es el mejor", le define. Y abunda: "No ha jugado los cuartos, ¿eh? Bueno, no le preocupará demasiado porque suele jugar de 5 en 5 horas y sigue fresco. Eso es porque tiene 22 o 23 años y lo aguanta todo. Veremos cuando llegue a los 26 o 27".
En cuartos, Ferrer derrotó 6-3 y 6-4 a Robredo, y el chileno González a Verdasco (6-3, 4-6 y 6-4).
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