El incómodo Malas
¿Se puede ser un autor singular y reputado con una obra que no supera el puñado de títulos? Cualquier cinéfilo diría que sí y el ejemplo máximo es el actor Charles Laughton, director de un único filme, La noche del cazador. Así que el sirio Mohamed Malas entra en esta categoría de creadores de voz férrea y poca obra a sus 63 años y sólo tres películas, además de cortometrajes y documentales. Pero qué tres obras. Nacer en los Altos del Golán, zona actualmente ocupada por Israel, debió de marcar la ideología de un adolescente que estudió cine en Moscú, y que volvió a su país a rodar cine de ese que golpea las conciencias. Si en Los sueños de la ciudad (1984) echa la mirada atrás y describe la vida de Damasco antes del golpe de Estado que colocó en el poder al partido Baaz en 1963, en La noche (1992) radiografía el conflicto árabe-israelí. Y para remate, Pasión (2005), un pulso a la rígida sociedad patriarcal siria. El incómodo Malas bien merece un paseo hasta la Casa Árabe (Alcalá, 62), donde se proyectan sus filmes los lunes y viernes hasta el día 30.
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