"Sabemos que esto no es real"

Ni siquiera los miembros del equipo Renault podían imaginar que el cambio tan radical que aplicaron al R29 concediera a Fernando Alonso la posibilidad de colocarse en la primera línea de la parrilla de salida del Gran Premio de China. El piloto español logró en su último intento el segundo mejor tiempo, sólo por detrás de Sebastian Vettel, que situó su Red Bull en la pole position por primera vez en los 73 grandes premios que la escudería lleva disputados. El éxito de estos dos equipos fue notable, puesto que lograron romper el dominio absoluto de los Brawn GP y dejaron a Jenson Button sin la pole en la tercera carrera del campeonato.

"Sabemos que eso no es real", reflexionó Alonso. "Fui el 11º en la primera sesión, séptimo en la segunda y, probablemente, éste es nuestro lugar. Pero salir en primera línea te levanta la moral y te da una ventaja". La situación es engañosa y mirando los pesos de los coches se llega a la conclusión de que las cosas han cambiado poco.

Pero sea o no real, el equipo francés ha dado un salto espectacular. Ni en Australia ni en Malaisia el R29 habría podido realizar esta hazaña incluso con el depósito vacío. Haber eliminado el KERS permitió realizar un reparto de pesos más adecuado y lograr un equilibrio mucho mejor del coche, bajando el centro de gravedad. Esto, unido a la incorporación de un nuevo suelo que canaliza mejor los flujos hacia el difusor evolucionado que también estrenó Alonso, ha permitido cambiar de forma radical la imagen del equipo. Aunque es cierto que Alonso es el piloto que lleva menos gasolina -32 kilos-, la moral del equipo está por los cielos.

"Era un pecado ver a Fernando correr sin posibilidades", argumentó ayer Flavio Briatore, director de la escudería francesa. "Lo que ha hecho Alonso ha sido impresionante, porque acabamos de colocar el suelo y el difusor. Sabemos cómo hacer milagros. Y dentro de un par de carreras también Ferrari y McLaren estarán arriba". La estrategia de crear un nuevo suelo para poder colocar un doble difusor comenzó a cuajar en Renault a partir de los entrenamientos de Barcelona, cuando los equipos se dieron cuenta de que sus quejas podían ser ignoradas por la FIA. "Entonces preparamos un proyecto", dijo ayer Briatore. El resultado se vio en Shanghai.

El trabajo se acumuló este fin de semana, porque el equipo hizo caso a Alonso, que quiso probar el coche prescindiendo del KERS, y dedicaron todo el viernes a modificar el reparto de pesos del coche. El suelo y el difusor llegaron el viernes por la tarde y mecánicos e ingenieros trabajaron hasta las seis de la madrugada. "Pocas veces tenemos abierto hasta las dos de la madrugada, pero ayer lo hicimos", explicó un miembro del comedor de Renault. En la primera sesión de ensayos, una pieza de carbono se recalentó y casi se incendió al rozar con el escape. "Es normal, por las prisas", confesó Briatore. "Nos impidió probar los cambios".

Así que Alonso entró en la cronometrada con una gran incógnita. "Era un coche casi nuevo y no sabía hasta dónde podría llevarme. Pero funcionó muy bien", confesó el asturiano, que hoy saldrá con los neumáticos súper blandos.